Reseña “Este día nunca volverá / Il giorno senza ritorno” de Carlos Colón Ruiz, Por Amanda Hernández

En la Revista Trasdemar difundimos la crítica y el diálogo literario en las islas
Portada del libro /Cortesía del autor

Presentamos en la Revista Trasdemar la colaboración de Amanda Hernández (Puerto Rico, 1990) poeta y editora, a quien damos la bienvenida a nuestra revista. Compartimos la reseña del libro “Este día nunca volverá / Il giorno senza ritorno” (Editorial Pulpo) del poeta y editor puertorriqueño Carlos A. Colón Ruiz (San Sebastián, Puerto Rico, 1997), con motivo de la presentación de su libro, con edición bilingüe español-italiano, a cargo de la traductora Adriana Caterino (Bari, Italia, 1994), el cual se presenta hoy sábado 20 de julio, a a partir de las 18 pm, en Pública Espacio Cultural de San Juan, Puerto Rico, con la participación de José Ernesto, Anita Rojas, Gaddiel F. Ruíz Rivera y Sophia A. Soto.

Amanda Hernández es poeta, editora y codirectora de La Impresora. Es autora de La distancia es un lugar (La Impresora, 2020); Entre tanto amarillo (2016); El momento de las cosas (2017); y Estrategias atómicas (2018). En 2019 editó Memoriza: poemas para aprenderse de memoria, un juego de “memoria” que es una antología de poesía puertorriqueña contemporánea. Estudió Literatura y Gestión Cultural en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, y en 2021, fue nombrada becaria inaugural de Letras Boricuas por la Fundación Flamboyán.

Y es que asumir nuestra propia adultez; nuestra voz; nuestro lugar en un sistema capitalista que colapsa; nuestro lugar en un país que en ocasiones nos contradice ha sido trabajo que nos ha tocado descifrar desde cada una de nuestras propias trincheras. No teníamos cómo figurar augurio ante el peso del trabajo, del cansancio. Incluso no teníamos cómo imaginar la grandeza del amor o el poder transformador de la poesía. Para Carlos Colón Ruíz, es precisamente la poesía el medio desde donde se propone reconstruir, armar, poner en sitio la inquietud existencial que nos hermana como seres humanos, país, archipiélago en busca de estar bien

AMANDA HERNÁNDEZ

Exactamente el 14 de enero de 2022 me encontraba enviándole a Carlos un breve comentario sobre su más reciente libro, en aquel entonces a publicarse bajo la colección de poesía panhispánica de Santa Rabia. Mi comentario figuró como epílogo en la primera edición de Este día nunca volverá, puesta en circulación en marzo de ese mismo año. También acompañaron la poesía de Carlos las palabras de Ivelisse Álvarez, quien escribió un prólogo a modo de notas, evocando la cualidad de cuaderno, diario o “study log” que tan puntualmente dialoga con los poemas que componen el tercer libro publicado del poeta. Poemas retrato de una cotidianidad puesta en cuestión. En la contraportada, en palabras de Marta Jazmín, los poemas de Carlos se sugieren como construcciones que buscan trascender la frugalidad de los días. Regresa la cotidianidad como punto de partida para una escritura que pretende protagonizar el imposible regreso del tiempo; una escritura que pretende sostener los afectos como registro textual de lo vivido. 

Les comparto el comentario que escribí hace dos años; 

Este día nunca volverá nos enfrenta a una voz atareada, detenida en cuestionar las minucias del día a día. Se trata de un joven, poeta, hijo, amado y amante, asalariado trabajador que busca hacerle frente a la rutina y reinventarse. Una voz que desarma y arma con poesía, ya que se sabe humano a pesar del cansancio; a pesar del hastío; a pesar de las fechas, las frustraciones y las jornadas laborales. Colón Ruiz construye versos sinceros que anotan lo necesario y aclaran su propia experiencia, pues el peso del trabajo cede, en ocasiones, frente a las pequeñas victorias; regresar a la casa y que te reciba tu perro o la mirada del ser a quien amas. Aquí el amor hace esquina y sostiene un cuerpo de poemas que son guarida frente a la posibilidad del colapso, poemas que atienden lo cotidiano con el detalle de quien lucha por regresar, por construir un hogar donde quepa la voluntad de seguir viviendo incluso frente al recuerdo de los días que nunca volverán.’ 

Y es que nadie nos enseñó a crecer como dice la canción de Corre Forest!. Y es que asumir nuestra propia adultez; nuestra voz; nuestro lugar en un sistema capitalista que colapsa; nuestro lugar en un país que en ocasiones nos contradice ha sido trabajo que nos ha tocado descifrar desde cada una de nuestras propias trincheras. No teníamos cómo figurar augurio ante el peso del trabajo, del cansancio. Incluso no teníamos cómo imaginar la grandeza del amor o el poder transformador de la poesía. Para Carlos, es precisamente la poesía el medio desde donde se propone reconstruir, armar, poner en sitio la inquietud existencial que nos hermana como seres humanos, país, archipiélago en busca de estar bien. 

Cito uno de mis poemas favoritos del libro, “Lo temprano”; 

Lo temprano es sentarse en silencio a desayunar 

los recuerdos del más reciente sueño 

mientras piensas qué tanto tiempo 

te tomará apresurar el día. 

Las mañanas en isla son hermosas, de cielos azules 

corriendo de un hemisferio a otro 

besando el resto del Caribe mientras sentado 

surgen poemas para una muerte temprana.

 

Y de esta manera no sobrevivir el día 

con sus largos tráficos, con las personas exigiendo, 

con la queja de que uno no es demasiado, 

aunque ya no dé para tanto. … 

Reconozco que, en ocasiones, nos une el sentir que no damos para más. Ese darnos cuenta que a veces el cansancio, la colonia, la guerra, el trabajo, el bolsillo nos permiten solamente una esperanza moribunda. Reconozco también la posibilidad de iniciar o terminar el día aferrados a un poema. Cualquier poema que nos sostenga, que nos revele la queja pero también toda la belleza que nos queda por celebrar en esa primera hora del día en la que nos servimos el café y lo derramamos un poquito. Lo suficiente como para reconocernos pacientes, vivos, capaces, dispuestos a enfrentar la sublime levedad del paso de los días.

Han pasado ya dos años desde la primera puesta en circulación de Este día nunca volverá y hoy celebramos esta hermosa segunda edición bilingüe con traducción al italiano hecha por Adriana Caterino. Publicada bajo el propio sello editorial del poeta. Celebro también el haberme permitido una relectura de los poemas de Carlos. Confirmo que siguen siendo espejo, impresiones certeras ante la complejidad de los afectos y de la razón; ante la crudeza del paso del tiempo; ante la importancia de celebrar nuestras victorias, incluso por más pequeñas que parezcan. Agradezco tu escritura honesta, Carlos, la inmensidad curiosa que propones rearticular en verso. Aplaudo tu trabajo como director de Editorial Pulpo y como editor que asume, con tanta entrega, la autogestión independiente de la poesía puertorriqueña contemporánea. También tu visión de ampliar, internacionalmente, su alcance y lectura. Me atrevo a decir que somos muchos quienes te lo agradecen. 

Amanda Hernández 

Julio, 2024


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