
Presentamos en la revista Trasdemar la nueva colaboración del autor Roberto García de Mesa (Tenerife, 1973) poeta, dramaturgo, músico y artista visual. Es licenciado en Derecho, licenciado en Filología Hispánica y Doctor en Filología Hispánica. Con motivo de nuestro tercer aniversario, compartimos el poema titulado “La cima inversa” en nuestra sección “El invernadero” de literatura contemporánea
El mundo que dejamos atrás ya no nos pertenece. Ahora el jardín cerrado es la casa. La casa interior
ROBERTO GARCÍA DE MESA
1
Los vestigios están ahí, sobre la cresta de la montaña. El lugar se me aparece en sueños. La imagen se repite. Un fragmento que llega con lentitud, que abre las puertas con lentitud, con una huella de otro mundo. Al escucharlo empieza a conducirme, intenta manejar mis sentidos, me bloquea y me enciende. Pero, en ese estado, es algo que se expande, delicado y preciso.
2
Lo que se mueve, la voz que se mueve (y lo no dicho), porque todo está relacionado, desciende. Y desciendo al pasado, al futuro, a la despedida de la historia. No es extraño si nos situamos en el filo, en la ventana para ver a la gente pasar… Al cabo de un rato, andarán muy, muy despacio. Y, frente a ellos, la luz del abismo. Luego, me arrastrará por creer en lo inútil, en lo que fue, en lo expansivo, en lo venenoso, en la virtud.
3
Y bajo la linterna, la lluvia. Cuando sucede necesito preguntar. Lo hago sobre los pasos perdidos, sobre la no acción y todas las clases de resultado. Ante la luz del túnel y el descenso, veo una lluvia que asciende. La caída es solo un reflejo.
4
La lluvia y la juventud. Lo eterno dispara sensaciones. Sensaciones en caída libre. Lo opuesto y lo oculto enseñan a ver. Todo lento, precioso, “lento”. Décadas así. Como las voces de quienes ya no están. Es una caída sin fin. Lo diverso siempre persigue lo otro. Las carencias de cada uno. Todo esto enseña a manejarse en la vida. Es como subir hasta una cima inversa. Te espera la caída libre. Es más importante bajar. Los ascensos están sobrevalorados.
5
La soledad golpea los vestigios, los sentimientos, los fragmentos que identifican. Es el sello de la ignorancia o del instante fallido. Todo transcurre tan despacio. Siento la piel y el cariño en mi sueño. Soy un vestigio a la deriva o una sombra penetrando la historia o un idilio con el vacío. Caigo con el amor a cuestas, con la lluvia a cuestas, como un espectro, sin aviso de futuro o de pasado. Y pierdo la pista que me ha conducido hasta aquí.
6
Naufragio o un amor más lejos. Más cerca, más lejos de la noción de realidad. Esto conduce al silencio. Sinceridad, trascendencia: conceptos que huyen. Confesarlo es devorarse a uno mismo. Las historias nunca acaban. Quien desea, se libera. Quien calla, duerme. Quien espera, desencadena lo imposible. Nada como llegar tarde. Nada como perder y volver a empezar. Todo, el mismo amor.
7
El mundo que dejamos atrás ya no nos pertenece. Ahora el jardín cerrado es la casa. La casa interior. Pero no como en el Renacimiento. Su geografía está por determinar. Sus pasiones, también. Antes había un jardín esperándonos, un estilo caóticamente luminoso. Ahora, el silencio que cambia con los otros silencios.
8
Los pasos en la naturaleza salvaje, la belleza insistiendo en el horror, la metáfora más extraña, la supervivencia de los sentidos… La pantomima, el trazo, la plenitud, las superficies que se olvidan rápido… Todo servido en una gota de lluvia. La ceguera pertenece, en realidad, a quien no escucha.
9
¿Cómo construir un tejido de sombras? ¿Cómo descomponer lo trágico? ¿O cómo hacerlo entre el presente y el futuro? Las palabras se fragmentan y, a su vez, se rompen. No me entiendas mal: lo icónico siempre pierde, la metáfora siempre pierde. Lo sé. Claro que lo sé. Pero deja que perduren las sombras, los ecos, lo no escrito, el alimento real. O lo que nos queda de lo pensado, de lo que se olvida, de lo que reaparece.
10
Y si no nos reconocemos, ¿para qué el descenso? Si el mundo gira al revés, si la razón va demasiado lenta para todo lo demás… ¿dónde queda la palabra? Entre el dónde y el para va lo casi eterno o lo irracional o lo que ya nadie dice. Quien ama con desesperación asume los riesgos y el fracaso. Para recuperar la palabra necesitaremos otra crisis.
Publicado en el volumen La cima inversa (Buenos Aires, Buenos Aires Poetry, 2021).
Roberto García de Mesa (Santa Cruz de Tenerife, España, 1973) es poeta, dramaturgo, dramaturgista, director de teatro, narrador, ensayista, filólogo, comisario de exposiciones, director de escena, artista visual y músico. Es licenciado en Derecho y en Filología Hispánica, además de Doctor en Filología Hispánica. Tiene su propia compañía de teatro. Ha publicado más de setenta libros de poesía, teatro, narrativa breve, ensayo, obra gráfica, conversaciones, ediciones críticas y cinco cds con sus composiciones musicales. Textos suyos han sido traducidos a varios idiomas: inglés, griego, rumano, francés, italiano, alemán, portugués y esloveno. Es académico de la Academia de las Artes Escénicas de España y miembro numerario del Instituto de Estudios Canarios. Es profesor asociado de Lengua y Literatura Españolas en la ULPGC y tutor en la UNED. Sus libros más recientes son “Plomo. Cuaderno francés” (Poesía. Buenos Aires, Buenos Aires Poetry, 2023), “La última actuación. Microrrelatos” (traducido al griego por un equipo de traductores, dirigido por el profesor Konstantinos Paleologos, Tesalónica, Ediciones Roma, 2023) y “Combate después del paisaje” (Teatro. Vigo, Ediciones Invasoras/Fundación SGAE, 2023).