“Episodios nacionales de Yanquilandia, (De Green Go)” Por John Sinnigen

En la Revista Trasdemar difundimos la creación literaria contemporánea en español

Desde la Revista Trasdemar presentamos la nueva colaboración del Dr. John Sinnigen, profesor emérito de español y de comunicación intercultural de la Universidad de Maryland, Estados Unidos. Autor de reconocida trayectoria por su labor investigadora en torno a la figura de Benito Pérez Galdós, fue galardonado con la distinción “Galdosiano de Honor (2022)” en Las Palmas de Gran Canaria. Es autor de libros de referencia sobre la recepción de Galdós en México, como los títulos “Benito Pérez Galdós en el cine mexicano. Literatura y cine“, “Sexo y política. Lecturas galdosianas” o “Benito Pérez Galdós en la prensa mexicana de su tiempo“.

Compartimos en Trasdemar las nuevas entregas de la serie especial de cuentos inspirados en la campaña electoral de Estados Unidos, una colaboración en primicia, con el reconocido pseudónimo “De Green Go” en nuestra sección “Telémaco” de literatura contemporánea en español

La verdad sea dicha. Green Go, nuestro colaborador cuentista, tiene los nervios crispados mientras la campaña se pone cada vez más reñida. Sus íntimos, lectores en varios países de América Latina, España y los propios Estados Unidos le dicen que comparten su nerviosismo y ruegan les mantenga debidamente informados. En fin, lo que pasa en las entrañas del monstruo tiene transcendencia en todas partes


Donde se revelan más pormenores de la vida del fabulador.

       Green Go es adicto al sexo, al alcohol, a la mariguana y a las noticias. De esas cuatro adicciones, a su psicólogo solo le inquieta ésta, la que trae las pesadillas de llaves y coches perdidos y de largas caminatas sin destino por laberínticos lugares conocidos.

Se encuentra en una burbuja tragicómica. Caracolea por un laberinto trazado a través de la masacre diaria de palestinos, las absurdas encuestas electorales que solo predicen el pasado y el debate entre los dos candidatos a la vicepresidencia, el Republicano J. D. Vance y el Demócrata Tim Walz, sucedido el uno de octubre. Devora todo este adicto. Por eso le pasa lo que le pasa.

       Según Green Go, Estados Unidos es gobernado por un solo partido empresarial imperial con dos alas derechas. La postura sobre Medio Oriente de cada ala se pone de manifiesto en su absoluto apoyo al genocidio de los palestinos. Obviamente no lo dicen así.  Sostienen sencillamente que salvaguardan el derecho de Israel “a defenderse”.

¡Vaya maneras de defenderse!

Incluso contra los niños.

Kamala Harris lamenta la muerte de tantos civiles palestinos y dice que debe haber un cese al fuego. ¿Se hará la boba ella? ¿Cómo puede hablar de un cese al fuego mientras promueve el derecho de Israel a “defenderse” con el continuo envío de las armas que se emplean para llevar a cabo la masacre o genocidio o limpieza étnica o cómo se llame? Y así, día tras día tras día tras día. Es insoportable.

Jesús Naranja es más directo: Debemos dejar que Israel “termine el trabajo”.

¿Será su solución final?

También afirma Green Go que EE. UU. no se mete en guerras para ganarlas de una manera convencional sino para prolongarlas debido a los suculentos beneficios que producen para el famoso complejo industrial militar, nombrado hace más de sesenta años por el general hecho presidente, Dwight David Eisenhower.

En la actualidad dicho complejo es industrial, militar, bancario, universitario, mediático y un largo etc. Todo el país está sometido a sus exigencias. Por tanto, los amos están felices, tienen guerras en Medio Oriente y Ucrania sin, casi, tropas americanas. Venden armas cada vez más sofisticadas y caras, y no mueren soldados yanquis. Genial. Así fanfarronean la difusión de la democracia de libre mercado.

       Cada campaña política es un acto propagandístico para convencer a la población que ese complejo y su política son generosos y que es una nación benévola e imprescindible.  Green Go lo llama la ideología de “América la buena”. En general tienen éxito. Nadie puede aspirar a la presidencia sin proclamar reiteradas veces que “Estados Unidos es el más grande país de la historia”. Es vomitivo.

       Debido a su adicción a las noticias, Green Go presencia diariamente lo peor que ha visto desde Vietnam en Medio Oriente. No concibe una solución mientras el gobierno de su país sigue mandando las armas que Israel usa para continuar con la agresión sionista que comenzó en el siglo XIX con el fin de tener un gran estado judío en Palestina. El movimiento sionista siempre ha tenido un fuerte componente cristiano en Estados Unidos. Esos cristianos fundamentalistas creen que la vuelta de los judíos a la Tierra Prometida es el preludio a la segunda venida del mesías, por increíble que suene.

       En estos días, Israel prosigue sus crímenes en Palestina y al mismo tiempo se lanza a una invasión a Líbano y quién sabe qué más.

       Los dos candidatos para ser el comandante en jefe de las fuerzas armadas imperiales compiten por presentarse como el mejor aliado del estado judío para llevar adelante esta guerra israelí-americana.

       Así la campaña presidencial tiene un carácter fantasmagórico. ¿Quién puede matar más que el otro mientras proclama que trae paz, prosperidad y democracia?


                                  Influencer III

                                  Debate vicepresidencial. Vip.

                                       

Dramatis personae

Sobrina

Tía

Mamá

Abuelita

Abuelo

Vip 1. El Demócrata.

Vip 2. El Republicano.

       —Estoy de acuerdo—dijo Vip 1.

       –Tía, ¿cómo es posible que tu Vip dice que está de acuerdo con ese racista misógino homofóbico? Dile que no puede decir tales barbaridades. Tenemos que marcar las diferencias.

       –Tú tranqui, sobrinita. ¿No ves que tenemos que demostrar que somos moderados, que no representamos esa falsa extrema izquierda retratada en sus acusaciones contra nosotros? Piensa en los votantes independientes, los indecisos.

       –Pero tía, acaba de decir que cree que su contrincante quiere resolver el “problema” de la inmigración, cuando éste proclama, igual que Jesús Naranja, ¡que los haitianos devoran a los perros y gatos en Springfield, Ohio! ¿Eso es tu moderación?

       Y ¿cómo que los inmigrantes son “un problema”. Tú y mamá son hijas de dos inmigrantes. De hecho, todo estadounidense es descendiente de inmigrantes.

       –Calma, sobrina, calma. A lo largo ganaremos gracias precisamente a nuestro comedimiento. Cree en nosotros.

       –Lo siento, tía, pero mis redes me dicen que nones: no a la línea dura en el tema de la inmigración y no al apoyo incondicional a Israel en su guerra de exterminio.

       –Sobrina, habla con tu mamá. Ella es más sensata y sabe que la mayoría de los votantes son sionistas. También sabe que esos mismos votantes—por muy descendientes de inmigrantes que sean– quieren controlar el flujo migratorio.

       –Tía, habla tú con Abuelita. Y habla con Abuelo. India y Jamaica manan por tus venas. Gandhi y los cimarrones están en ti y en nosotras. No los suprimas, deja que fecunden tus sentimientos, lenguaje y actos.

Esas dos naciones reconocen el estado palestino que Estados Unidos rechaza tan vigorosamente, y sus hijos traen grandes aportaciones a la híbrida cultura que representamos tú, mamá y yo.

Recuerda también que tus papás te llevaban a manifestaciones a favor de los derechos civiles cuando eras pequeña. ¿Qué pasó con esas voces? ¿Por qué dejaste de escucharlas? ¿Es el dinero? ¿O el poder? ¿O las dos cosas? La verdad, a veces no te entiendo.

–Tía, la sangre india se representa en nuestros bellos nombres. Kamala, Maya y Meenakshi son nombres que vienen del sánscrito.

–Kamala significa loto, Nelumbo nucifera.

Es una bella flor, como tú.

Crece en aguas turbias como nuestros tiempos.

       –Maya es magia, como mamá.

–Meenakshi simboliza la fortaleza y es la principal diosa del gran templo en Madurai.

–¿Ves? Somos flores, somos diosas, somos mágicas, somos reinas poderosas, así de Fenomenales, como mi marca de ropa.

–Las tres nos apellidamos Harris, como Abuelo. No hemos seguido la costumbre americana de adoptar el apellido del marido. Ni tú eres Emhoff, ni Mamá es West ni yo soy Ajagu. Así mantenemos la fuerza liberadora de los cimarrones jamaiquinos.

Gracias a la grandeza de las poderosas culturas que llevamos dentro, debemos estar por encima de las nimiedades del politiqueo. Acuérdate de lo que dijo Gandhi: “Es fácil estar entre la multitud, pero se necesita coraje para estar solo”. Debemos aceptar ese reto.

–Volviendo al debate. Fue aburridamente amable hasta el final.  Por fin, tu Vip retó al otro. Le miró directamente a la cara e insistió: “Jesús Naranja anda diciendo que ganó la elección de 2020. Tú ¿qué piensas?¿La perdió?” El otro replicó que, pues, había muchos problemas con esa elección, pero que deseaba mirar hacia el futuro.

El tuyo lo atajó:–¡Qué puñetera falta de respuesta! La perdió. ¡Aquí no hay debate!

Y lo ganó.

                    (Continuará)


Donde se describen algunas cualidades del fabulador

La verdad sea dicha. Green Go, nuestro colaborador cuentista, tiene los nervios crispados mientras la campaña se pone cada vez más reñida. Sus íntimos, lectores en varios países de América Latina, España y los propios Estados Unidos le dicen que comparten su nerviosismo y ruegan les mantenga debidamente informados. En fin, lo que pasa en las entrañas del monstruo tiene transcendencia en todas partes.

Green Go toma su nombre muy en serio. La etimología de su homónimo, “gringo”, está en disputa, pero parece que se deriva de la palabra española “griego”, con el significado de extranjero. Green Go es un foráneo en los países de América Latina y en España. El español que habla y escribe es híbrido. Marcado por su lengua nativa, tiene ciertas características españolas y otras mexicanas, debido al tiempo que pasa en esos dos países de habla hispana. Algunos de sus íntimos le han llamado la atención sobre esto, puesto que les extrañan ciertas expresiones que no suenan bien en su dialecto. Green Go les pide disculpas, pero no hay nada que hacer. En sus escritos el autor tiende a poner el énfasis en su lado mexicano (que no mejicano) porque en México ha escuchado los insultos “gringo de mierda”, “gringo perdido”, “gringo comehamburguesas”, etc.

Ciertas fuentes trazan la raíz del despectivo término mexicano a los uniformes verdes (green) de las tropas americanas cuando la primera invasión estadounidense de México en 1847;  tiene la acepción de váyanse (go). Pero este Green Go no se va, más bien prefiere quedarse.

Pero divagamos. Regresemos a la campaña y su estrella, Jesús Naranja. Éste tiene discípulos en lugares como la Argentina, Brasil y España. Dichos seguidores, tanto como él, inspiran miedo en las personas bien pensantes. ¿Cómo puede tal ególatra gozar del apoyo de la mitad de la población de su país y al mismo tiempo ser una inspiración para autoritarios en todos los continentes? Green Go no sabe la respuesta a esa interrogante. En sus cuentos pretende recrear la intrahistoria—en términos unamunianos– en la cual se investiga el fenómeno.

En este episodio regresa Harry Bolton para narrar el ¡segundo intento de asesinar a JN! Dos intentos en poco más de dos meses. ¡Un hito histórico! JN es claramente el mayor productor de noticias de nuestros tiempos. Green Go lo sigue de cerca.

Chafa o Chapuza (según queráis)

                                 

       Aquí Harry Bolton. Estoy iracundo. Un imbécil llamado Ryan Routh malplaneó liquidar a Jesús Naranja y no llegó ni siquiera a disparar su arma.                    

Ni cojones ni cerebro tenía el incompetente. Ahora mi nieto Robbie, el mexicano Miguel y yo tenemos que seguir esperando y el tiempo apremia. Faltan pocas semanas para la fecha clave, el cinco de noviembre.

La verdad, simpatizo con RR, otro desencantado. Yo, igual que él estaba ilusionado con Jesús N, el que nos iba a salvar del decaído sistema político imperial. Yo también lo voté en el 2016 y hasta en el 2020. Además, le iba a dar un apoyo transcendental para este año hasta que me traicionó de tan mala manera.[1]

Después de nuestro fallido intento del trece de julio, Robbie y yo teníamos todo preparado para acabar con él en un próximo mitin en Carolina del norte. Gracias a las redes, Robbie había establecido un contacto con Miguel—llamémoslo así—un mexicano con buenos antecedentes, amigo de Mario Aburto Martínez, el asesino de Luis Donaldo Colosio, y éste nos puso de manifiesto el modo de llevar a cabo la hazaña con éxito. Contábamos los días.

       Y luego esto. Chingado RR. ¿Cómo podía pensar que iba a encontrar a JN desprevenido en su propio campo de golf?

Incluso para los ineptos del Servicio Secreto era demasiado sencillo monitorear el terreno y pillarlo en el sexto hoyo donde se había colocado con su AR-15. ¡Le vieron el mismo cañón del arma y su mochila!

¡Por Dios! Huyó, pero llevaba las placas de su coche expuestas y una buena vecina le tomó la foto y lo detuvieron en la I 95, a plena luz del día. ¿No te jode?

Resulta que sabía que iba a fallar, ya que se le descubrió una carta en la que pide perdón por su fracaso y ofrece un botín de $150,000 dólares a quién terminase el trabajo. ¿Será tacaño el tipo?

       Esto, muchachos, es demasiado suculento para no ser usado en un mal cuento. ¿Había tomado LSD el infeliz? Porque deliraba, deliraba.

El desencanto de RR fue una reacción a la postura pro-rusa de JN en su guerra contra Ucrania. RR fue un fanático por la causa de los ucranianos hasta el punto de querer enrolarse en sus filas. Lo rechazaron, claro, un indicio tanto de su megalomanía como de su inutilidad. Luego se dedicó a reclutar a veteranos de la fracasada invasión imperial de Afganistán, otro descalabro.

Tanto fallo nutre la causa de JN. Tales derrotas empequeñecen la imagen de la decrépita superpotencia que JN, el “Salvador”, promete regresar a su edad dorada de los años mil novecientos cincuenta, antes de Vietnam y antes de los avances sociales de los negros, latinos, homosexuales, mujeres y otros grupos marginados. Para los admiradores de JN estos cambios son el preludio del desastre cuando en 2050 EE. UU. deje de ser una nación mayoritariamente blanca. De modo que para ellos esta elección es clave: ¡una mujer negraindia puede ser elegida presidentA! ¡Ni que esto fuera México!

Gracias a la tenacidad de los nacionalistas blancos en su oposición a tal hecatombe, una que llaman la “teoría del remplazo” el candidato anaranjado tiene buenas posibilidades de ganar en los venideros comicios. En sus discursos insiste en la calamitosa toma del país por inmigrantes de color que son una ponzoña y que “envenenan nuestra sangre”.

 En su asalto insurreccional  al Capitolio el seis de enero de 2021 demostraron en que acudirían a la violencia para mantener su poder y la presidencia de JN.

            Este año se espera más de lo mismo.

                           (Continuará)

[1] Para los antecedentes véase Dar en el blanco ¿o no? Trasdemar. Trasdemar.com 15/09/2024.


Donde se medita sobre Jesús Naranja y el fascismo

Facha

Totalmente fascista, fascista hasta la médula. La persona más peligrosa para el país, según el general Mark Milley, el que fuera comandante en jefe de las fuerzas armadas durante la presidencia de Jesús Naranja.

       Green Go está lejos de dar credibilidad a las palabras de un milico, y menos uno que acompañó a JN en el infame acto de represión contra los manifestantes de Black Lives Matter durante el verano de 2020. En aquellos meses a través de Estados Unidos surgieron protestas ante la violencia policial contra negros después del asesinato del afroamericano George Floyd por el policía blanco Derek Chauvin en Minneapolis, Minnesota.[1]

       En mis años mozos, mucho antes de que Green Go existiese, participé en movimientos contra la guerra de Vietnam y las intervenciones imperiales en otras partes del planeta y también en otros a favor de los derechos de los negros, latinos, mujeres, LGBTQ y otros grupos oprimidos. En fin, fui un radical sesentaiochero.

Militaba en las filas del trotskismo. Era un seguidor del pensamiento del revolucionario ruso Lev Davidovich Bronstein, León Trotsky, vilmente asesinado en México por un agente de Josef Stalin en agosto de 1940.

       Trotsky analizó el auge del fascismo en Italia y Alemania en el siglo XX como un violento movimiento de masas basado en la clase media y promovido por el gran capital cuyo fin era la destrucción de las organizaciones de la clase obrera en favor de los intereses del gran capital.

Desde entonces han pasado muchos años y cosas. Green Go y yo somos mayores y no militamos en ningún partido ni creemos en el partido de vanguardia ni en la Cuarta Internacional, pilares del trotskismo. No obstante, reconocemos que Trotsky fue un lúcido pensador, y hemos hecho el peregrinaje a su casa en Coyoacán numerosas veces.

       ¿Crees que Jesús Naranja es fascista? Se lo ha preguntado muchas veces nuestro fabulador.

Durante un tiempo dudaba. Al principio dio una respuesta negativa. Le parecía más que JN fue sencillamente un atípico candidato de extrema derecha y no quería pecar de hiperbólico. Luego dos actos le hicieron cambiar de opinión.

El primero fue la marcha para la Unión de la Derecha en Charlottesville, Virginia en 2017. En dicha marcha se revindicó el régimen esclavista de la Confederación en los tiempos de la Guerra Civil (1861-1865). Es decir, eran supremacistas blancos que anhelaban regresar a los tiempos de la segregación racial y la total subordinación de los afroamericanos. Se volvieron violentos; mataron a una contramanifestante e hirieron a varios.  Corearon consignas racistas y antisemitas (“Jews will not replace us”) con claras resonancias nazis.

Para JN  eso no era malo; había buenas personas en ambos bandos, sostuvo, una declaración aprobatoria de la violencia racista. Se le vio el plumero.

Su momento culminante fue el seis de enero de 2021 cuando Jesús Naranja llamó a una insurrección para mantenerse en el poder después de haber perdido la elección de noviembre de 2020 ante Joseph Biden. Sus fieles acudieron masivamente en una toma del Capitolio. Al estupefacto Green Go le pareció el asalto del Palacio de Invierno de los bolcheviques. ¡Pero si éstos son blancos estadounidenses y son de extrema derecha!  Si no lo veo no lo creo, pensó nuestro cronista.

Saquearon las oficinas de los congresistas, defecaron en sus escritorios mientras llevaban la bandera de la Confederación.

 Amenazaron con ahorcar al vicepresidente porque no obedeció las órdenes naranjas de declarar la victoria que no se ganó.

             ¡Hang Mike Pence!

Para el presidente eran patriotas.

       –¿Ahora te convences, majadero?

       –Pues sí. No cabe duda. Son fascistas. Ya cumplen con los requisitos delineados por Trotsky. Movimiento masivo violento y racista patrocinado por el gran capital, igual que los nazis.

       En la campaña actual Jesús Naranja ha puesto de manifiesto sus intenciones tiránicas. Ha dicho, palabra por palabra, que va a ser un dictador, aunque matizó irónicamente “solo el primer día”. Ha declarado la guerra contra los inmigrantes y sus opositores Demócratas “de la extrema izquierda radical” (cualquier liberal). Son las dos caras del “enemigo interno” contra el cual va a usar la fuerza militar para mantener su versión de la tranquilidad. Se ha propuesto deportar a aquéllos y encarcelar a éstos con el apoyo de la policía, la Guardia Nacional y el ejército.

       Su más fiel aliado ha sido el multibillonario Elon Musk, otro representante del gran capital. Aunque Musk era un inmigrante ilegal, era blanco y rico, así que pasa.

       Jesús Naranja se mantiene empatado con Kamala Harris en las encuestas y tiene buenas posibilidades de salir electo. ¿No te jode?

       A pesar de su avanzada edad y la adicción a las noticias que ha sufrido desde su adolescencia, Green Go sigue sin entender el fenómeno. Sabe medir el peso del racismo entre blancos en su país y reconoce que éstos temen un cercano futuro cuando ya no serán mayoría. No obstante, no le cabe en la cabeza que la mitad de la población vaya a votar a un fascista. Tiene que reconocer los hechos, la mitad del electorado estadounidense apoya el fascismo.

       En fin, Green Go y yo estamos inquietos. Se acerca el cinco de noviembre, pero ni esa fecha es decisiva. Si Kamala Harris gana el conteo de votos el fascista va a exhortar a sus hordas a desfacer el entuerto, y seguramente esta vez estarán más preparados que en el 2021.

       ¿Cómo proceder?

Todo cuentista tiene que saber cómo termina su relato, que el final debe ser el nocaut que lo redondee. Pues, en este caso Green Go es un mal relator. Así termina cada entrega con

             (Continuará)

¿Qué piensan mis íntimos? ¿JN es fascista, SÍ o NO?

¿La mitad del electorado estadounidense apoya el fascismo, SÍ o NO?

Comuniquen sus respuestas a

sinnigen@umbc.edu


[1] Hay que reconocer que posteriormente el general pidió escusas por su participación al lado del presidente.

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