“A esta hora” Poemas de Juana M. Ramos (El Salvador)

En Trasdemar difundimos la obra poética de las voces migrantes del panorama literario contemporáneo
Fotografía cortesía de la autora par Trasdemar

Desde la Revista Trasdemar, con motivo del Día de las Escritoras, presentamos una selección de poemas de la autora Juana M. Ramos ( Santa Ana, El Salvador) Poeta, reside en la ciudad de Nueva York donde es profesora de español y literatura en York College, Universidad Pública de la Ciudad de Nueva York. Ha publicado los poemarios Multiplicada en mí, Palabras al borde de mis labios, En la
batalla, Ruta 51C, Sobre luciérnagas y Sin ambages/To the Point
. Es coautora del libro de testimonios Tomamos la palabra: mujeres en la guerra civil de El Salvador (1980-1992) Incluimos la muestra de su obra literaria en nuestra sección “Una habitación propia” de poesía

Una mujer atraviesa

las ciudades en mi pecho

susurra árbol, raíz, flor

JUANA M. RAMOS
Lo que quiero

 Azul de montaña,
 un silencio a su lado quiero. 
 Y ojos y boca y tacto y oídos.
 Empacho de ciudad:
 de sirenas luces niños
 hombres y mujeres.  
 Hartazgo de ciudad. 
 Una madre y un perro 
 una nueva despedida
 para por fin soltar el llanto 
 un cuerpo, el que enterró
 su ombligo en tierra infértil
 es todo lo que quiero,
 antes de cruzar el puente
 el interminable puente.
 
 Una tarde de mayo

 La jeringa supura
 la culpa, el alivio, el miedo. 
 En casos como este,
 apunta el verdugo,
 suele ceder el esfínter. 
 Hago como si no escuchara
 y mis labios Iscariotes
 pronuncian un beso. 
 Es la mejor decisión
 (un eco a lo lejos).
 Se instalan de nuevo
 el alivio y la culpa. 
 Me precipito en lágrimas 
 es la hora del naufragio.  

 Impunidad
 A Katya Miranda

 Cuando todo haya pasado
             serás un manojo de piel humedecida.
 Habrás ahogado un grito, tal vez. 
             Niña boca arriba en la arena
 ahora no entiendes el secuestro 
             de este mar profundo 
 que te lame con su espuma 
             que inunda de sal los retoños de tu pecho.
 Para cuando todo esté cumplido 
             serás tan solo un tierno racimo desgajado
 se habrán cerrado los oídos 
             no habrá quién dé fe de los pasos
 que abrieron zanjas en la orilla de tu sueño. 
             Niña boca abajo en la arena 
 lanzaré al pozo tu adulterado cuerpo 
             a las dulces aguas
 que calmarán tus sedientas llagas.
 
 42 días sin homicidios

 El Plan Control Territorial continúa dando grandes resultados,
 nuevamente hemos finalizado otro día SIN HOMICIDIOS.
 Seguimos edificando el país que merecemos, levantándolo
 de la ruina que nos dejaron. No daremos tregua a los criminales,
 la vida del pueblo es primero.
 PNC – Diario El Salvador – 19 de junio de 2021
 
 La bala insoportable 
 convive con la gente. 
 Nadie logra ya esquivarla
 cualquiera pensaría 
 que la niña que camina 
 kilómetros enteros 
 para llegar al quinto grado
 la busca, que ha dejado
              de temerle. 
 No, su calibre sigue
             intimidándola. 
 La bala obstinada 
 huele la carne vulnerable, 
 la carne cotidiana 
 que corre a esconderse 
 cuando ruge en su oído 
 cuando huele la pólvora
            en el aire. 
 La bala empecinada 
 se aferra a esa carne 
 que no llega a estadística. 

 A esta hora…

 …una mujer
 se aferra a la memoria,
 se mece lentamente en
 los versos que ha tejido
 ¿tal vez de madrugada?
        Una mujer se dibuja en mis manos
        me recuerda que aún hay sitio para el asombro.
        Y tiembla la letra empeñada en contenerla,
        y tiemblo y contengo mi empeño en deletrearla.
 Una mujer atraviesa
 las ciudades en mi pecho
 susurra árbol, raíz, flor,
 dice mis ojos deslumbrados
 escribe el canto de un pájaro
 temido y temeroso.
       Una mujer pone el dedo en mi tormenta,
       se repite en los espejos aún velados,
       camina descalza sobre mis cuchillos,
       sobre la herrumbre que dejaron otros labios,
       sobre la hierba sedienta para siempre,
       sobre el filo que ofrece esta ordalía.
 Una mujer océano
 una mujer camino
 una mujer colmena
 ha vuelto mis días
 agridulces madrugadas.

Juana M. Ramos. Nació en Santa Ana, El Salvador, y reside en la ciudad de Nueva York donde es profesora de español y literatura en York College, Universidad Pública de la Ciudad de Nueva York. Ha participado en conferencias, coloquios y festivales de poesía en México, Colombia, República Dominicana, Honduras, Cuba, Puerto Rico, El Salvador, Argentina, Guatemala y España. Ha publicado los poemarios Multiplicada en mí, Palabras al borde de mis labios, En la batalla, Ruta 51C, Sobre luciérnagas y Sin ambages/To the Point. Es coautora del libro de testimonios Tomamos la palabra: mujeres en la guerra civil de El Salvador (1980-1992). Además, sus poemas y relatos han aparecido publicados en antologías, revistas literarias impresas y digitales en Latinoamérica, EE.UU. y España.

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