“Guía para comprender la génesis de un sueño cristalizado” Por Ramón Flores Pinedo (Reseña del libro “Edenia” de Manuel Padorno)

Ramón Flores Pinedo, profesor becario en Columbia University de Nueva York, nos ofrece una reseña sobre el libro "Edenia" del poeta canario Manuel Padorno (1933-2002) cuyas Obras Completas han sido publicadas recientemente por la Editorial Pre-Textos
Ramón Flores Pinedo

Desde la Revista Trasdemar damos la bienvenida a nuestro colaborador Ramón Flores Pinedo, docente investigador y becario integrado en el Departamento de Latin American and Iberian Cultures de Columbia University en Nueva York. Licenciado en Literatura Hispánica por la Universidad de Guadalajara en México y Máster en Literatura Hispánica de la Universidad de Washington. Nos presenta una reseña del libro “Edenia” (Tusquets, 2007) de Manuel Padorno (1933-2002), Premio Canarias de Literatura en 1990 y exponente de la poesía canaria y de la literatura en español del siglo XX.


Se trata, pues, de una dimensión alterna, y por lo tanto, posible. Entendida como una pura
contingencia, esta dimensión que propone Padorno existe bajo sus propias reglas, de ahí
que no resulte extraño que el aire que circunda los espacios esté sustituido por agua y que,
sea el cristal el material que reemplace el concreto del piso, las paredes y el techo de su
universo más íntimo dispuesto en la transparencia absoluta de una casa.

RAMÓN FLORES PINEDO

“Edenia” de Manuel Padorno

Manuel Padorno escribió los poemas presentes en Edenia (2007) por el año 2000, cuando se encontraba preparando Canción Atlántica (2003). Ambas obras, sin embargo, fueron publicadas de forma póstuma. Edenia se compone de nueve apartados en los que el autor detalla las particularidades tanto de espacios creados como naturales, desde la casa que habita, hasta la flora y fauna que le circunda, al mismo que crea una mitología conductora. En su conjunto, el texto se asemeja a las crónicas de un explorador y funciona, por lo tanto, como una guía de viaje para que el lector se adentre en el universo poético del escritor tinerfeño.


Cobijado por la transparencia de una casa de cristal, similar a la que pintara Jacques Herold en 1938 o a la que erigiera Philip Johnson en 1949, Manuel Padorno edifica en este libro el andamiaje de un universo literario único e inaudito. Cabe destacar que los poemas que componen esta antología evidencian la sensibilidad artística de un escritor que es también pintor; así por ejemplo, los paisajes que describe con esmero se encuentran
enmarcados frecuentemente por los ángulos rectos de una ventana, y por ellos transita atenta la mirada. En los poemas de Edenia, los espacios interiores se convierten en exteriores y viceversa, de ahí que la naturaleza se despliegue indómita, ubicua y diacrónica, ocupando lugares que habitualmente le son ajenos.


Más allá de situarse próxima al mundo onírico, Edenia revela una realidad cotidiana no exenta de elementos fantásticos propios del mundo de los sueños, pero cuyas descripciones configuran una “realidad otra” que funciona con una imperiosa normalidad. Se trata, pues, de una dimensión alterna, y por lo tanto, posible. Entendida como una pura contingencia, esta dimensión que propone Padorno existe bajo sus propias reglas, de ahí que no resulte extraño que el aire que circunda los espacios esté sustituido por agua y que, sea el cristal el material que reemplace el concreto del piso, las paredes y el techo de su universo más íntimo dispuesto en la transparencia absoluta de una casa. En sus versos, el propio Padorno emplea el término de “otras dimensiones” para explicar las particularidades que caracterizan el mundo que habita y despliega en esta obra.

En esta colección de poemas, Padorno realiza una intepretación del mundo a través de la construcción de un espacio edénico, ya adelantado en el título del libro. Edenia nos recuerda, al mismo tiempo, al Jardín de las Hespérides apuntado por Hesíodo, y que bien podría concretizarse en un espacio insular, coincidente con ese espacio simbólico al que se recurre con frecuencia al hablar del origen mítico del archipiélago canario. Así pues, el jardín del Edén de eterna primavera de Padorno se muestra en todo su esplendor en el apartado de “La crianza olorosa” gracias a la sonoridad de las palabras y a la voluptuosidad de las imágenes, permitiéndole al lector el descubrimiento de los poemas únicamente si
pone en práctica todos sus sentidos.


Los versos de Edenia no se vislumbran solo a través de la imagen sino que se palpan y se huelen. El orden por el que se rige esta dimensión padorniana se construye a partir del empleo de la cinestesia, y en particular a través del olor y el tacto, especialmente en los últimos apartados del poemario, pero perceptible ya desde los primeros versos. Como resultado, plantas, frutas y flores como el tabaco, la cebada, el plátano, el tomate, el jazmín o el eucalipto confluyen en un mismo sitio y sus perfumes embriagantes sirven al lector como guía en el recorrido de un paisaje idílico y exuberante, en la génesis de un mundo tan pletórico y asequible como lo es un sueño cristalizado.

Ramón Flores Pinedo, agosto 2021


Agradecemos a nuestro colaborador Ramón Flores Pinedo la publicación de este texto inédito de su investigación actual sobre arte y literatura de Canarias. Las Obras Completas de Manuel Padorno han sido publicadas recientemente en cuatro tomos a cargo de la editorial Pre-Textos y Fundación CajaCanarias

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