Presentamos en la revista Trasdemar una muestra poética de la autora Yrene Santos (República Dominicana, 1963) Escritora y profesora en Nueva York, es una de las voces del panorama literario de la comunidad hispana en Estados Unidos
INTERROGANTE
Una pregunta
dos afirmaciones
tres miradas venciendo formas
un silencio un temor
un beso que termina en la risa
la sonrisa
el rubor
El labio superior del anteojo de Dios
muerde la alcoba.
¿Comienza o concluye la historia?
VOLVERÉ
Volveré
cubriendo mis oídos para no verte
es que al escuchar sólo el silencio
se oscurece tu imagen.
DESDE AQUÍ
Desde aquí
me divido en mil maneras
busco el camino de repartirme entre todos
Desde aquí
los espejos ya no cuentan
a la hora del debate
se romperán para dejarme sin forma
sin ojos repetidos
sin sombra para atenerme
Desde aquí
la distancia me toca
el mar me lleva adonde mi infancia estuvo
agarrada a la ternura
De alargar palabras
no tuve tiempo.
PERDÍ LAS PALABRAS
Hoy siento miedo
la palabra se me ha roto
la exactitud no es tan exacta
A esta hora de la tribulación
un sueño largo
largo como la tristeza del tiempo
Las palabras
¿qué son las palabras?
he olvidado el tono de mi voz
la hilaridad y la coherencia
Hoy me perdí en el paso intrascendente de los pies
¡qué confusión de rostros!
¡cuántas ideas perdidas en la nada!
MIRO POR LA VENTANA
Miro por la ventana
y no veo más que tiempo fabricando vidas
soñando corazones
repitiendo sonrisas
pronunciando la palabra prisionera en el deseo
es hermoso cerrar los ojos cuando la tierra cubre el horizonte
En ese mundo que rodea mi mundo
existe una palabra que salva los pecados.
PARTIDA
Allá dejé cuerpos que me aman
Corazones fracturados desde antes del abrazo
Ese que dividiría esta vida en un antes y un después
Vine con el vientre preñado de ternura
Jardín completo creciendo alegre.
FÉNIX
La luna es un trozo de memoria
abarcando mis ojos
La vi flotar en océanos
nadé ansiosa para recuperarla
pero un rayo gritó fuerte
partiendo en dos los mares
me quedé en el medio
colgando de un relámpago
una lluvia de espejos cayó vertical
en distintos tamaños
colores y formas
casi ciega estuve de forzar mi mirada
Recordé entonces el origen
e intenté moverme
Pasaron minutos
y me miré cristal
estatua
hielo
carbón
sueño.
LA MUJER
Hoy he visto a una mujer llorándole los huesos
en ellos los recuerdos se aposentan
entretejen su sueño tan estropeado como sus pies
sus manos, sus senderos de carne
mientras cabizbaja, sus ojos cerrados se deslizan a la tierra
su espalda semi desnuda piensa rumores de los años vividos
las memorias se pierden con el hambre
el hambre catapulta cualquier gesto de alegría
Hoy he visto a una mujer envuelta en un rosado
hasta donde comienzan sus dos rumbos
con la cabeza cansada y su pelo de una pulgada
tocando su vientre ancho y las rodillas
en un escalón cualquiera de una estación del tren.
Muchos pies menos a esta hora arrastran la fatiga de un día largo
menos y menos dedos afincan la ternura que instantes atrás
rozaron brazos, muslos vientres o se geometrizaron
en algún sofá tibio una cama caliente o un suelo fresco
Y a esa mujer, hoy en mi cartera me la he traído
para mantenerla viva digna plena, en una habitación de mis libreros.
29 DE JUNIO
He dejado correr los días antes de desenvolver la palabra
la he guardado por siglos que inventé en mi mundo
aves anidan mi sangre
por eso estos temblores que rompen mi sueño
Debo encender la luz
mirar este vecindario que me habita
y que empujo hacia un lado para acomodarme
y los corazones que allí dentro palpitan
salen a deambular por los caminos atrapados
por esa puerta que grita cuando la abro
De arropar lo que me queda trato
pero a esta hora es imposible
Precisamente hoy
los ojos han detenido los párpados
han salido solos
abordado el tren
y en la parada donde el silencio y la memoria viajan juntos
se quedan sin sueño
el sueño se quedó en los párpados
ahora quizás muy lejos o tal vez tan cerca
como el poema que crece en mi vientre
En el otro extremo una mujer llora
Escucha “L’Amour est Blue”
La canción cuelga en sus oídos
y humedece los labios con su lengua llena de voces
y los ojos cruzan – la miran
se tragan su peso hondo y una paz se mete en la garganta
y ella los mira
y ellos hurgan suavemente
Pero a esta hora es difícil apretar sin que duela
y ella mira esos ojos
y ellos la ven y se alejan
Ella siente frío
En otra boca del tren, una pareja se besa.
Yrene Santos (Villa Tapia, provincia Hermanas Mirabal, República Dominicana, 1963) Escritora y profesora en la City University of New York (CUNY) y St. John’s University. Entre sus publicaciones se encuentran: Poemas que nunca leo (Puerto Rico, 2019), Pozos (El Salvador, 2017), Septiembre casi termina, (República Dominicana, 2016), Por el asombro, (Ecuador, 2015), Me sorprendió geométrica (Nueva York, 2013). Es co-organizadora del Festival de Poesía de Las Américas, Nueva York /The Americas Poetry Festival of New York (TAPFNY) y Secretaria general de la Asociación de Escritores Dominicanos en Estados Unidos (ASEDEU).