Presentamos en la Revista Trasdemar la reseña del libro “El llanto del demiurgo” poemario del autor Ramiro Rosón, director de nuestra Revista, a cargo del escritor César Rodríguez de Sepúlveda (Madrid, 1968) poeta y profesor catedrático de literatura en educación secundaria. El libro fue publicado en 2022 por la editorial malagueña Ediciones del Genal, vinculada a la histórica Librería Proteo, y cuenta con prólogo del poeta Francisco Fortuny
El poeta Ramiro Rosón (Santa Cruz de Tenerife, 1989) cuenta, a pesar de su juventud, con una ya larga trayectoria poética. No he tenido oportunidad de leer ninguno de sus libros anteriores, pero sí vengo siguiendo con gran interés su obra a través de sus publicaciones en las redes sociales. De él me ha admirado siempre la maestría en el uso de la métrica y la facilidad con la que vierte en moldes tradicionales temas de actualidad sin resultar por ello artificial o pedante.
En ‘El llanto del demiurgo’, su obra más reciente, encontramos silvas, sonetos, décimas, liras y otras formas estróficas que no suelen encontrarse en la poesía actual. Incluso hay una sextina, composición de la poesía trovadoresca (suele considerarse como su creador el provenzal Arnaut Daniel, aquel a quien Dante llamó en la Divina Comedia “il miglior fabbro”), que me parece un auténtico ‘tour de force’ para un poeta, y que Ramiro Rosón remata con admirable pulcritud. O formas poéticas muy enraizadas en la tradición española, como el ovillejo, muy del gusto de Miguel de Cervantes.
La apuesta de Ramiro Rosón por la tradición en lo que a la forma se refiere no implica su desatención por la actualidad. Todo lo contrario. La mayor parte de la producción de este poeta es poesía social en el mejor de los sentidos, sustentada en la confianza en el poder transformador de la palabra, esa “arma cargada de futuro” de que nos hablaba Gabriel Celaya. Así, tienen su lugar en ‘El llanto del demiurgo’ temas no solo actuales sino verdaderamente urgentes, problemas que encontramos cada día en los informativos: los ecocidios, la discriminación de las personas LGTBi o la tragedia de los emigrantes que mueren intentando llegar hasta Europa. Por ejemplo. En resumen, Rosón plantea su libro como una crítica feroz del capitalismo, junto con la aspiración, casi mística, a un mundo más justo.
El libro está dividido en dos secciones: “Preguntas en la noche” y “Estado de alarma”. La primera, más impregnada de misticismo romántico, presenta en algunos poema un sujeto poético que interpela a una entidad sobrenatural (el demiurgo del título o, muy oportunamente, a Abadón, el ángel exterminador); otros en que es el propio ser humano el que toma la palabra, a través de las figuras de Adán y Eva; y unos pocos más inspirados en ciertos arcanos del Tarot: la Luna, el Ermitaño, la Torre, la Muerte. Son muy interesantes los dos poemas épicos en miniatura que se incluyen aquí, escritos en octavas reales, de los cuales el primero relata el viaje de Yuri Gagarin, el primer astronauta; y el segundo, también un viaje cósmico, es una indagación sobre el destino de la Humanidad en que el amor, personificado por la diosa Astarté, tiene un papel fundamental. Desde mi punto de vista,no siempre se logra el buscado tono épico, a pesar de lo cual hay en ambos poemas logros nada desdeñables.
La segunda parte del libro, “Estado de alarma”, deja de lado esa dimensión simbólica que emparentaba la primera con los románticos y los simbolistas, y se interna sin miedo en los problemas actuales, criticando con ferocidad el capitalismo destructivo de nuestra época. Hay poemas muy combativos contra el patrioterismo, la ignorancia y la injusticia social en todas sus formas.
Es muy interesante el proceso de deconstrucción al que se somete a un personaje clave en el imaginario español, el Cid, en el poema titulado “Rodrigo, el mercenario”, fábula burlesca cuyos dardos van bastante más allá de la figura retratada. También es muy destacable el último poema del libro, titulado ‘Tercera alianza’ (la primera sería la de Moisés y la segunda la de Cristo), que reivindica una transformación que reconcilie a la Humanidad entre sí y con la Naturaleza.
‘El llanto del demiurgo’ es un libro insólito, valiente, casi temerario en su fusión de actualidad y clasicismo. Son muchos en sus páginas los hallazgos expresivos reseñables, aunque, después de su lectura, queda en pie sobre todo el inquebrantable doble compromiso del autor, con la belleza y la justicia, al mismo tiempo.