“Tratado en la ciudad más húmeda de la memoria” Poemas de Senén Orlando Pupo

Senén Orlando Pupo (Holguín, Cuba, 1973)

Presentamos en la revista Trasdemar una muestra poética del autor Senén Orlando Pupo (Holguín, Cuba, 1973) Poeta. Graduado de Ingeniero Agrónomo por la Universidad de Ciego de Ávila, 1996. Su obra ha sido incluida en varias selecciones de poetas cubanos dentro y fuera del país. Obtuvo el Premio Santiago de Cuba de Poesía en 1997. Finalista del X Premio Internacional de Poesía “Gastón Baquero” y ganador del Gran Premio en el VI Concurso Internacional de Poesía “La Palabra de mi Voz” Estados Unidos, 2019

Voy a definir los límites, los trazos

del cálido archipiélago. La orilla

y el polvo. El agua, tálamo y semilla.

SENÉN ORLANDO PUPO

TRATADO EN LA CIUDAD MÁS HÚMEDA DE LA MEMORIA

Lo que menos duele es el agua
y entre las quietas bondades de la luz,
cuando amanece en la patria polvorienta de los sueños,
arribamos sangrantes al sitio del agua
y desnudos, esperanzados, poseídos
confiamos el dolor a la transparencia del agua
donde no se ven las horrendas heridas
del pensamiento y los deseos.
Porque es el agua una ciudad remota
en el cuerpo de los que abandonamos la fe
y detrás de sus muros es imposible celar
la deslealtad a los milagros.
Porque es el agua un sentimiento de Dios
ausente en las casas de los vagabundos,
la energía denodada
que devuelve el frío a las vasijas de barro.
Porque es el agua un privilegio de lo oscuro
donde abundan las estrellas refulgentes
y a través del agua no le condonamos a la lluvia
su deuda de humedad con nuestros ojos.
Porque nunca el imperio del agua se desvanece
como el cuerpo del hombre entre los siglos
fugándose a la ciudad más húmeda de la memoria.


ISLA / FINIS PAIS
A Reynaldo García Blanco

La isla abarca el umbrío y vasto modo
en que la sinrazón es ya demencia,
incuria de la tarde en decadencia,
ofuscación del que lo aguanta todo.
Desde allí el esotérico acomodo
del mar a su corpórea cadencia
es danza de entrañable equivalencia
entre el manglar y el putrefacto lodo.
Perdón para el que aguanta, sin desdicha,
la isla entera será un rompecabezas
deshecho con pueril naturaleza.
Y aún queriendo unificar las fichas
ni una sola palabra de las dichas
podrá contra su unánime belleza.


CASA FLOTANTE
ANAÏS NIN


La casa por el Sena a la deriva
buscándote, Ciudad, teme perderte,
teme al polvo herrumbroso de la muerte
que ante Dios y el amor es efectiva.
La casa por el Sena a la deriva
sentencia ser el barco de la suerte
que alejando lo vivo de lo inerte
continúa en su cárcel intuitiva.
Sin embargo fatal hacia el olvido
arroja tabla a tabla su figura
y en el río es madera transparente.
Casa del Sena bosque convertido
en barco, laberinto y desmesura
paisaje de París tan diferente.


VENADO
A Carmen Hernández Peña

Helado está mi pecho, Isla de escarcha
y en el rostro de Dios no cabe un beso
para ir por las monedas y el hoy preso
que ayer hurtó la luz que se nos marcha.
De tus costas he vuelto destrozado
por los peces que inhiben la otra orilla
distintamente al plato y a la silla
que nos diste al nacer. No se ha acabado
la fría oscuridad en tu despensa,
el hombre que desnudo solo piensa
comerse su pedazo de agonía.
Helado está mi pecho ante el arquero
ingenuo de la luz y el aguacero,
venado de la Patria todavía.


PARA QUE VUELVAS SI INTENTARAS OTRA VEZ HUIR DEL EDÉN
UNA NOCHE CUALQUIERA DE LA CREACIÓN

Ibas a permanecer en mi memoria,
libre, como el profético despojo
de las tribulaciones, con los ojos
más felices y humanos de la historia.
Ibas descalza para ser simiente
de la espera, del verbo y la mañana;
para servir cual pródiga manzana
del edén, en pericias de serpiente.
Ibas a ser de fuego con el broche
abierto de tu blusa, con los senos
ondeando en el húmedo sereno.
Ibas sola, a escaparte de la noche
y no sabías, que tu piel, la luna
y las estrellas, eran mi fortuna.


EL ARGONAUTA


“Usted se ha marchado dejándonos un sabor
de archipiélago mudo entre los labios…”
RONEL GONZÁLEZ
A Gastón Baquero, in memoriam.

Quien navega sin rumbo por la oscura
niebla nocturna, ansiando mariposas,
tierras sembradas de flagrantes rosas
y un tramado disfraz por armadura;
ha llegado a la orilla mutilada
del breve amanecer, y en su navío
de regia voluntad contra el estío,
traerá las palabras conquistadas.
Será por heredad, el argonauta
que al anochecer trazará la pauta
de la resurrección entre murciélagos.
Nada podrá sin ti viento agorero,
trotamundos del alma, amante fiero
bogando hasta el confín del archipiélago


ORILLAS, ES DECIR, EL MAR

En la isla el mar ya es un estrafalario
horizonte de naves por la ruta
de los ciclones, prometida fruta
del tiempo por venir imaginario.
¿Es el mar, tentación de visionarios
balseros? ¿Una puerta diminuta
para las misericordiosas putas
del puerto de la noche? ¿El escenario
de todas las afrentas de la isla?
¿Por qué estamos aquí, quién nos aísla?
¿El mar, las olas, su inquietante abrazo?
Voy a definir los límites, los trazos
del cálido archipiélago. La orilla
y el polvo. El agua, tálamo y semilla.


Senén Orlando Pupo (Fray Benito, Holguín, Cuba, 1973). Poeta. Graduado de Ingeniero Agrónomo por la Universidad de Ciego de Ávila, 1996. Es autor de los libros Poemas descalzos, Ediciones Fidelia, 1992. Poemas para alcanzar a los halcones, Ediciones Holguín, 1995. Palabras de Vidrio, Editorial Oriente, 1999. Sin herir al cordero, antología poética, Ediciones Ávila, 2002. Páramo de perseguido, Publicaciones Entre Líneas, Estados Unidos, 2020 y Materia corrosiva, Avant Editorial, España, 2020. Su obra ha sido incluida en varias selecciones de poetas cubanos dentro y fuera del país. Obtuvo el Premio Santiago de Cuba de Poesía en 1997. Finalista del X Premio Internacional de Poesía “Gastón Baquero” convocado por la Editorial Verbum y la Sociedad de Estudios Literarios y Humanísticos de Salamanca, SELIH, (España, 2017.) y Ganador del Gran Premio en el VI Concurso Internacional de Poesía “La Palabra de mi Voz” Estados Unidos, 2019.

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