“El silencio es una bailarina” Por Geraldine Gutiérrez-Wienken

Desde la Revista Trasdemar presentamos este mes de marzo una serie dedicada a creadoras y escritoras del panorama contemporáneo
Fotografía cortesía de la autora para Trasdemar (©Carsten Meltendorf)

Presentamos en la Revista Trasdemar la colaboración de Geraldine Gutiérrez-Wienken (Venezuela, 1966) a quien damos la bienvenida a nuestra revista. Escritora, traductora y editora. Doctora en Filología Alemana por la Universidad Heidelberg, Alemania. Entre los títulos de su trayectoria literaria figuran los libros de poesía “Espantando
elefantes” (1994), “Con alma de cine”(IX Premio de Poesía del Ayto. de Ciudad Real, España, 2007), “Castañas de confianza” (2013), así como la traducción de Hilde Domin, “Canciones para dar aliento” (2018) y de Inge Müller, “¡Que no me asfixie de hacer tanto silencio!” (2021). Compartimos en nuestra sección “Una habitación propia” la colaboración de la autora con un texto extraído de su poemario más reciente “El silencio es una bailarina” (Alción, 2021)


XVI

 Nos aprovisionaron con objetos de rutina. Quimeras y
 audaces cuadernos de guerras sin remedio. A los
 secreteres a los bargueños a los apetitos
 nos consignaron. A las mujeres-parias de mi estirpe
 nos sacaron del corriente
 y la sangre se hizo agua. Fenómeno natural

 Ni contento ni triste. Salvo arrinconar hojarasca
 Efecto de loto

 Ellas me entrenaron en liquidaciones. Nunca
 se toparon con El
 libro de los secretos sobre los resultados del pensamiento
                                                                          [de Al-Muradi, siglo X]

 Salvo leer labios o vaticinar cometas. Su ingeniería
 era innata. Habrá de ir como saliere ―dijo una― sin concierto
 Ni saldo. Las mujeres-parias de mi estirpe iban al grano


De El silencio es una bailarina (Alción, 2021)

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