Desde la Revista Trasdemar compartimos una selección poética de la autora guatemalteca Aida Toledo. Poeta, narradora y ensayista, doctorado en filosofía con especialidad en estudios culturales latinoamericanos en la Universidad de Pittsburgh, Estados Unidos. Autora de libros de poesía y narrativa, nos visita en la sección “Continentes”
TODO ERA RIDÍCULO
Todo era ridículo
Yo era ridícula
Vos eras ridículo
Ella era ridícula
Todos éramos ridículos
Metidos adentro
De un mismo sueño
Durmiendo todos
En la misma cama
Nos veíamos
Ridiculamente dormidos
Ridiculamente abrazados
Ridículamente enamorados
Éramos el summum
Del ridículo
SE DESPIERTA DEL HORROR
se burla/se detesta el pasado/se piensa
se añora algo que ya no existe
se busca/se desea lo que se perdió/se llora
nada hay cerca que haga menor el dolor de su ausencia
no queda sino esperar que algo como un milagro llegue
y nos deje un poquito mejor
que como nos encuentra
se desea la noche/se desea su cuerpo/se acaricia
se toma/se entrega
se da
nada hay que cambie
aquello que fue nuestro
A QUIÉN SUEÑO
Quién me sueña
Estoy borgiana y repetitiva
Me toco
Amorosamente la vagina
Los pechos
Las carnes ahora fláccidas
Hago el amor con mi cuerpo
Delante del espejo
Algo me dice
Que la vida era aquello
Que había soñado
Cada dato
Una ficción
Invento y borro/ invento y borro
Parece leído
Y copiado de libros
Con historias de sueños
Y repeticiones
BORRADA DE LA AGENDA
Años después
El volcán me sigue
Se aparece
En los sueños
En las pesadillas
Yo subo al volcán
Casi me caigo
El canadiense me sujeta
Del brazo
Sí
Porque hay un canadiense
De ojos azules
Como el cielo sobre el volcán
En esta pesadilla
Y no sé por qué
Siempre me sujeta del brazo
Para que no caiga
Al cenote
Al cenote
Al hoyo
Al agujero
Que hace tiempo me espera
Tranquilo
Paciente
SUEÑO 4
Desde la ventana del tren
De Toulouse a Albi
Las casas van apareciendo
Como en las postales
El campo triste y el cielo gris
Los árboles
Me miran
Tristemente
Sé que estás lejos
Y que pedirte aparecer
En este instante
En este tren
En este viaje
Sería
Un milagro
Repentinamente
Tu silueta
Se dibuja
A través del vidrio
A fuerza de soñarte
He logrado
Que vengás
Y pronunciés
Quedamente
Mi nombre
SUEÑO 5
Limpio
Quito el polvo
Levanto
Lo que queda
Paso aspiradora
Paso aspiradora
Guardo en cajas
Los aparatos de sonido
Los papeles
Las bocinas
Los clips
Las engrapadoras
Los sacapuntas antiguos
Los casetes
Los cds
Los mousepads viejos
Cortados por su mano
Por si acaso
Arranco
Los gemidos
Pegados
En las paredes
Guardo todo
Guardo todo lo que
Queda
Incluso su voz
Acumulada
Los residuos
Del amor
Que nos unió
Por años
Se encuentran
También
Cortados por su mano
Escondidos
En distintas partes
De la habitación
Sin embargo
Los recuerdos
Insisten
Y súbitamente
Saltan de las cajas
Como gatos atrapados
NACÍ AQUÍ
Por eso miro
Algo torcido
Y la manera de caminar
Como que me persiguieran
La tomé en Comalusac
Lugar de muertos
Antro de fantasmas
Reducto de espectros
Allí todavía
Se agazapan nuestros muertos
Nací aquí
Y no me corro
Casi nada me da miedo
Ni los ladrones
De la zona 1
Que esperan cada día
Que me descuide
Casi nada me atemoriza
Casi nadie me da pavor
Lo perdí
Subiendo los buses
A las 10 de la noche
Para volver a mi casa
Perdí el miedo
Atravesando el altiplano
Buscándolo a él
En medio de la locura
Perdí el miedo
En un cafe
(que ya no existe)
Esperándolo por largas horas
Sin pestañear
Perdí el miedo
Cuando mataron a Rogelia
Perdí el miedo
Cuando mataron a Patricia
Y cómo derramaron
La sangre de Mirna
También
Cuando mataron a Ileana
Cuando mataron a Rebeca
Cuando mataron a Nora
A Ana/a Beatriz/ a Loida/ a María
A muchas
Perdí el miedo sobre todo
Cuando mataron a Rosario
Ay cómo mataron a Rosario
No le tuvieron pena
Allí se quedó tirada
Junto a su hermano
Junto a su hijito
Muriendo
Lentamente
Ay qué dolor tan grande
Qué pesar
Tanta injusticia
Sin castigo
Por eso
Que la sangre de Rosario
De Mirna
De Patricia
De Ileana
De Nora
De Rebeca
De anabeatrizloidamaría
Nos cubra a todas
Que la sangre de Rosario
Nos dé fuerza/valor/coraje/cólera/indignación
Rabia nos de
Porque haber
Nacido aquí
No es nada más
Así como así
ANOCHE
Tuve miedo
Tuve miedo de mí
Tuve miedo de ti
Tuve miedo del silencio
Tuve miedo del olvido
Tuve miedo de lo oscuro
(Recordé el miedo que me daba
el patio enorme
de la casa de mi abuela)
Me daba miedo la verdad
Me daba miedo el desamor
La transparencia de nuestros
Cuerpos
Daba miedo
Daba verdadero miedo
El estremecimiento
Ante la caricia
De un cuerpo
Desconocido
Daba miedo
Tanto miedo
UNA VOZ
Escucho una voz
Que me habla
De lo que fuimos
De lo que sentimos
De lo que ya no sentimos
Esa voz
Me suena a mi voz
El timbre es el mismo
Pero viene de lejos
De un espacio raro
De un espacio extraño
De un espacio X
No sé de dónde
Me repite
Que es de balde
Que te deje ir
Que ya basta
(Todos los poemas de esta selección son tomados del libro “El cielo se está cayendo a pedazos” Guatemala: cocuyoeditoras, 2016)
AIDA TOLEDO Nació en la ciudad de Guatemala. Poeta, narradora y ensayista. Obtuvo una licenciatura en literatura de la Universidad de San Carlos de Guatemala en 1989. Obtuvo además los títulos de maestría en artes (1997) y doctorado en filosofía con especialidad en estudios culturales latinoamericanos (2001) en la U. de Pittsburgh, Estados Unidos. Realizó una estancia postdoctoral en género en la U. de Aguascalientes, México (2014). Ha publicado diversos libros de poesía, entre ellos Brutal batalla de silencios (1990), Realidad más extraña que el sueño (1994), Cuando Pittsburgh no cesa de ser Pittsburgh (1997), Bondades de la cibernética (1998), Pezóculos (2001), Por los bordes (2003), Con la lengua pegada al paladar (2006), Un hoy que parece estatua (2010), Nada que ver (2012), La verdad es algo gelatinoso (2016), El cielo se está cayendo a pedazos (2016), Más que una pequeña trampa (2019). Ha publicado en narrativa corta: Dizcuentos (1987), Pezóculos (2001), Como en historia de Faulkner (2015) y El mundo es todo lo que acaece (2018). Trabaja para la Universidad Rafael Landívar de Guatemala, como profesora e investigadora.