Desde la Revista Trasdemar presentamos la nueva colaboración del Dr. John Sinnigen, profesor emérito de español y de comunicación intercultural de la Universidad de Maryland, Estados Unidos. Autor de reconocida trayectoria por su labor investigadora en torno a la figura de Benito Pérez Galdós, fue galardonado con la distinción “Galdosiano de Honor (2022)” en Las Palmas de Gran Canaria. Es autor de libros de referencia sobre la recepción de Galdós en México, como los títulos “Benito Pérez Galdós en el cine mexicano. Literatura y cine“, “Sexo y política. Lecturas galdosianas” o “Benito Pérez Galdós en la prensa mexicana de su tiempo“. Compartimos en Trasdemar la nueva entrega de la serie especial de cuentos inspirados en la campaña electoral de Estados Unidos, una colaboración en primicia, titulada “Influencer” con el reconocido pseudónimo “De Green Go” en nuestra sección “Telémaco” de literatura contemporánea en español
En medio de la insólita campaña actual en el seno del monstruo ha emergido la ignota historia de Sobrina, un personaje aparentemente de ínfima importancia cuyo protagonismo puede ser LA NOTICIA del año.
Exclusivo para los íntimos del autor.
Dramatis personae
Sobrina
Mamá
Tía
Abuelita
Inquilino
Jesús Naranja (JN)
Narrador
Íntimos
–Mamá, tú sabes que Tía va a ser presidenta, ¿verdad?
–Bueno, hija, puede ser, pero habrá que esperar por lo menos otros cuatro años porque Inquilino quiere quedarse en la Casa Blanca y no hay quién lo saque de ahí. Tiene todo atado y bien atado.
–Sé que eso es lo que él desea y todos los demás afirman, pero yo siento algo diferente. Tía va a ser presidenta pronto; va a triunfar en los comicios de noviembre de este año.
–Alucinas, hija, alucinas. Créeme. Yo dirigí su anterior campaña y sé que este año no se postula. Es imposible.
–No, Mamá, te digo que no. Anoche Abuelita me aseguró en sueños que su hija iba a ser la mujer más poderosa de la tierra dentro de poco, y tú sabes mejor que nadie la certeza de las profecías de Abuelita. Además, cuando miro a Tía reconozco en ella esa mujer negra FENOMENAL alardeada por Maya Angelou.
I’m a woman
Phenomenally.
Phenomenal woman,
That’s me.
Soy una mujer
Fenomenalmente.
Mujer fenomenal.
Ésa soy yo.
Tú y yo también somos fenomenales y vamos a llevar a Tía a la Casa Blanca por encima de los obstáculos que haya y que vengan de donde vengan.
Empezó así. La emprendedora Sobrina dio inicios a una campaña silenciosa tras bambalinas. Una destacada influencer, rápidamente atrajo una legión de seguidores. Las y los jóvenes como ella no soportaban otra pugna entre dos ancianos cuyas ideas eran tan canosas como sus cabellos. ¡Hacía falta innovar! Eso lo veía claro la fenomenal Sobrina, hija natural de Mamá, la otra hija de la venerada abuelita cuyas cenizas reposan en las aguas del Océano Índico. Su brío pervive en Mamá, Tía y Sobrina.
Ésta se puso las manos a la obra con la ayuda de sus múltiples contactos en las redes. En eso superaba los talentos de Mamá y Tía, y tejió su propia tela de araña entre otros destacados creadores de contenido, sobre todo jóvenes negras profesionales, capaces y comprometidas.
Bien conocida por su marca Phenomenal, una línea de ropa dedicada a la justicia social, comenzó con una serie de playeras con seductoras fotos y salados dichos de su distinguida, y guapa tía. El éxito fue inmediato. La moda siempre se vende y su público consumió estos graciosos artículos de buen gusto con avidez. Vendía no solo la imagen de Tía, sino que también creó una identificación entre las jóvenes compradoras y ella.
La red de redes, su modelo de éxito.
Luego sobrevino el debate veraniego entre los dos dinosaurios, Jesús Naranja e Inquilino. Se puso de manifiesto lo que Sobrina y los suyos habían sostenido. Una vergüenza, dos ancianos que no daban pie con bola. Sobre todo Inquilino, torpe e incompetente. Perdió los papeles y el debate.
Mientras ellos debatían sin sentido sonaba una cacofonía telefónica de llamadas a la renovación.
–x!!?No lo puedo creer/ Yo tampoco/x!” Madre mía/¡Qué barbaridad/Es el acabose/x*^!Un desastre
— ¡Es urgente que se vaya!
–¡AHORA!
Sobrina supo que había ganado, y se multiplicaron los apoyos hasta que por fin los barones del partido se vieron obligados a mandar renunciar a su tozudo líder.
¡TÍA PRESIDENTA!
Lo vamos a ver. Rápidamente Mamá y Tía asumieron el hecho y conectaron sus redes con las ya potentes de Sobrina y cundió un entusiasmo generalizado. ¡Llovían dólares y adhesiones sin parar!
Hermanas para Tía.
Hermanos para Tía.
Oye Mano para Tía.
Boricuas para Tía.
Blancas para Tía.
Blancos para Tía.
Aldeanos para Tía.
Pobres para Tía.
Ricos para Tía.
Clase media alta para Tía.
Clase media baja para Tía.
Clase media mediana para Tía.
Hippies para Tía.
Fresas para Tía.
Gatunas para Tía.
Todo mundo se quería involucrar para apoyarla contra el inminente peligro fascista de JN. Las redes se saturaron y los dólares no dejaron de llover.
La magnitud de la acogida superó las expectativas de Sobrina. Se vio ante algo más extraordinario de lo que se había imaginado.
Pausa.
Mis íntimos se habrán dado cuenta de la emoción y fatiga que esta nueva circunstancia ha supuesto para nuestra fenomenal influencer. Por tanto, se ve en la necesidad de descansar y esperar hasta nuevo estro de Abuelita.
Continuará