Presentamos en la Revista Trasdemar de Literaturas Insulares nuestro Manifiesto 4 “Archipiélago cosmos”. Para esta primavera de 2022 “consideramos que en estos tiempos de pandemia y de escalada bélica internacional, regresar a los viajes y a la movilidad literaria entre países y lenguas es el camino positivo y esperanzador para la apertura de nuevos itinerarios de las insularidades visitantes, para rebasar el complejo de aislamiento del horizonte localista. A través de la literatura podemos visibilizar una pertenencia al planeta Tierra de mayor profundidad. Reclamamos un consenso institucional para unir los archipiélagos del mundo en residencias creativas de escritura y de creación contemporáneas” Las ilustraciones del cuarto manifiesto son una colaboración del poeta y artista Vítor Teves (Ponta Delgada, Açores,1983) Licenciado en Historia del Arte por la Facultad de Letras de la Universidad de Oporto
“¿Ves esa tierra extraña forastero? es la isla”. Así concluye un poema del autor y crítico de arte Lázaro Santana, de su libro “Recordatorio USA” impreso en 1971 en una edición del Cabildo de Gran Canaria de quinientos ejemplares. Como este volumen de poesía, existen en todas las bibliotecas de las islas un sinfín de testimonios, huellas y referencias que suman un corpus inexplorado en su diversidad acerca de la dimensión universal de la condición insular. El archipiélago cosmos también resplandece en el silencio latente de los poemarios y las novelas de todas las islas de cada mar, los archivos de lo imaginario y de la posibilidad de las islas que también otorga sentido y razón para la defensa de los archipiélagos como espacios flotantes de singularidad y mestizaje. Más allá del paquete turístico cerrado al consumo de landscapes, las islas que reclaman la superación definitiva de la periferia se bañan por las olas interiores de la tinta literaria, en los documentos vivos, en los libros y las voces de los territorios insulares que son un solar libre de fronteras y patrimonio de la humanidad.
Ya han transcurrido décadas desde aquel viaje providencial del poeta insular Lázaro Santana y de sus versos que daban cuenta en nuestro archipiélago de la estancia y tránsito por países lejanos en vísperas de la democracia. Sucedió igual en la pluma de Manuel Verdugo Bartlett, poeta insular nacido en Filipinas. Suyo es el testimonio iniciático de la luz de Italia y de las fronteras de una Europa que nacía al siglo veinte con promesas de progreso y libertad. Y es la mirada insular sobre el continente la que también otorga rumbo y coordenadas del signo de los tiempos y de lo porvenir venidero. Así sucedió con el modernista Alonso Quesada, tras su experiencia paradigmática del Poema truncado de Madrid, donde se ajusta cuentas con la distancia de ultramar y la Metrópoli. Consideramos que en estos tiempos de pandemia y de escalada bélica internacional, regresar a los viajes y a la movilidad literaria entre países y lenguas es el camino positivo y esperanzador para la apertura de nuevos itinerarios de las insularidades visitantes, para rebasar el complejo de aislamiento del horizonte localista. A través de la literatura podemos visibilizar una pertenencia al planeta Tierra de mayor profundidad. Reclamamos un consenso institucional para unir los archipiélagos del mundo en residencias creativas de escritura y de creación contemporáneas.
Desde la Revista Trasdemar, a lo largo de las numerosas publicaciones de poesía y novela en nuestro espacio hemos experimentado esa misma extrañeza de la mirada frente a las islas de multitud de autoras y autores de diversas procedencias y géneros. Nos conmueve cada uno de estos latidos de fraternidad y semejanza. Todas las aportaciones literarias y artísticas provenidas de otras islas en un espacio de convergencia y diálogo abierto recuerdan aquella ecuación de Dirac (∂ + m) ψ = 0′ según la cual “si dos sistemas interaccionan y se separan, pueden considerarse distintos, pero de una manera sutil se vuelven un único sistema”. Extendemos nuestros brazos abiertos para dar la bienvenida a cada aportación literaria que sume luz a la constelación de las insularidades contemporáneas.
En plena vorágine de lo instantáneo y superfluo, de las inercias y del predominio del simulacro en las vidas cotidianas de las grandes ciudades y de las islas facturadas como reductos de lo vacacional, podemos volver la vista a las pinturas de artistas insulares como Óscar Domínguez en su etapa cósmica, de la cual el crítico de arte francés Emmanuel Guigon aludía a la imaginación de “especies de limbos”, una suerte de mundo nuevo, de archipiélagos y de espirales, que invoca el “mapa sensible” de zonas íntimas de un universo interior. Justamente el archipiélago cosmos alude al azar favorecedor de espacios inéditos de confluencia y de comunicación. A lo largo de nuestro periplo como revista internacional de literaturas insulares con sede en Canarias, hemos bogado las aguas de un mapa de navegación plural y unánime, apostando por el hallazgo de nuevos vínculos y deslumbramientos. Es la pleamar contemporánea que genera tiempos distintos de correspondencia y lectura enriquecedora, con los buenos deseos de intercambios futuros entre San Juan de Puerto Rico, Aruba, Isla Mauricio o La Palma. Y nos recuerdan la larga marcha de muchas revistas y editoriales del pasado que forjaron los rumbos de la modernidad y el cosmopolitismo. Desde Trasdemar deseamos un renacimiento de lo insular bajo la predestinación universal de la paz.
Estamos leyendo poéticas y narrativas que se están escribiendo para el mañana en el panorama de la creación insular en lengua española, portuguesa, francesa o en inglés. Somos conscientes de las problemáticas y deficiencias que se extienden del pasado hasta el presente. Ante la adversidad constante de los flujos de enemistades y de la competitividad, frente a la tendencia al alza de la atomización dispersa de sensibilidades en el panorama literario donde se reincide en los renglones de una búsqueda de exclusividad, hacemos un llamamiento abierto para la salutación mutua y el encuentro real que haga de la diferencia de registros y de tendencias una comunidad habitable en el presente literario. Proponemos incentivar los apoyos a las editoriales independientes, a las bibliotecas y a las librerías que resisten en toda ciudad el abandono sistemático de la cultura considerada un segmento sucedáneo del consumo en los índices del bienestar de la ciudadanía. Es necesario unificar y garantizar la distribución de libros de literatura contemporánea entre todas las islas y externalizar la creación insular con vocación transfronteriza. A través de la solidaridad creativa y del intercambio literario pueden resurgir los pulsos decisivos para la antesala de un mundo mejor.
En tiempos de ciberespacio y virtualidad, deseamos concurrir a la cita con las islas de todos los modos posibles de experiencia, a través de la prosa y del verso, el ensayo y la entrevista que pongan luz sobre el maravilloso potencial del diálogo y la lectura de novedades entre nuestras islas. No está de más recordar la persistencia de revistas de prestigio irrepetibles como “Orígenes” en Cuba, justamente en las cartas de José Lezama Lima y del pintor Rodríguez Feo pueden encontrarse pistas de orientación y evidencia sobre el esfuerzo que representa mantener a flote un proyecto literario de envergadura histórica. En una lejana primavera de 1949, por carta llegó a decir el artista al poeta de la suerte de tener amigos en Ceylán o Cuba, desde la experiencia del frío de Nueva Jersey confronta con sus lecturas la monotonía y la apariencia, tal vez sentenciando acerca del porvenir de la cultura que “aún confiamos en que se ponga el sol en un charco de sangre”.
Este año se cumple el centenario del nacimiento de tres escritores emblemáticos. El español José Hierro, suyo es el poema de las ballenas en Long Island. Desde Trasdemar abogamos por la defensa de la biodiversidad marina y la riqueza ecológica del planeta, al igual que expresamos nuestra preocupación ante el fenómeno creciente de la despoblación rural y del abandono de los lugares de interior que han sido proveedores de imaginarios. Es la denominada España vacía que fue entrevista en su día por la pluma de la escritora Ana María Matute, en las historias sumergidas en su memoria y un pantano que asoló los viejos paisajes y bosques de la infancia. Y se está celebrando el nacimiento de José Saramago, Premio Nobel de Literatura, el escritor exiliado que hizo del malpaís de Lanzarote su destino. Y también es el cumpleaños de Jack Kerouac, el autor de la Beat Generation que se asomó al barandal de las tres islas del Golfo de California en el Pacífico mexicano para encontrar el otro lado de la iluminación.
Las miradas literarias fundan y amplían la realidad en el tiempo. Como las migraciones que han sido una huella fundamental para comprender el devenir de las sociedades en cualquier latitud, una parte importante de las literaturas insulares han sido producto de esas miradas, de los éxodos y refugios, las idas sin vuelta que convergieron en obras literarias como la del Premio Nobel de Literatura V. S Naipaul. Nacido en Trinidad y Tobago, libros suyos como el viaje “Middle Passage” por costas o islas como Guyana, Surinam, Martinica o Jamaica, nos revelan el crisol de culturas y el devenir de las poblaciones originarias. Estamos leyendo libros de todas las islas, el archipiélago cosmos también se divisa en bahías, cabos y estuarios, en la herrumbre y la ceniza de las islas que se hunden, como en el poema “Santorini”, isla Cíclada del mar Egeo, de Yorgos Seferis, con quien “nos hallamos de pronto desnudos sobre la piel de pómez /mirando las islas emergidas / mirando hundirse las rojas islas/ en su sueño, en nuestro sueño”.
Desde la Revista Trasdemar nos oponemos a la guerra en Ucrania y mostramos nuestra solidaridad absoluta, en oposición al auge planetario de las armas, la convulsión moral y el caos de una diplomacia incapaz de solventar las contradicciones y el terror del pasado. Los derechos humanos, el respeto innegociable a la paz y a la vida humana deben imponerse como los únicos caminos para el entendimiento y la convivencia. Abogamos por el multilateralismo en las relaciones internacionales, la riqueza coral de los archipiélagos. La literatura ha sido y será una de las fuentes de diálogo esencial en la historia humana, una forma de reactivación de las identidades preteridas y de la diversidad de cosmovisiones, la alteridad deseada en estas horas bajas de un milenio herido desde su nacimiento por el dolor anónimo de las poblaciones refugiadas, de las migraciones forzosas y la pobreza deshumanizadora a gran escala. Los males mayores de la violencia del poder dominante en todos los órdenes de la vida. Nuestro compromiso seguirá siendo la visibilización de voces y de obras, múltiples y diversas, de los imaginarios y testimonios de esa forma única y excepcional de ejercicio de la libertad que es tomar la palabra y compartirla entre iguales por medio de los libros, más allá de todo tiempo y espacio.
El archipiélago cosmos está tocando las puertas de los dos hemisferios a la vez.
Trasdemar, abril, 2022