“Este día nunca volverá” Entrevista con el poeta Carlos Colón Ruíz y la traductora Adriana Caterino

En la Revista Trasdemar difundimos el puente literario entre Canarias y Puerto Rico
Carlos Colon Ruiz /Cortesía del autor

Presentamos en la Revista Trasdemar nuestra entrevista con el poeta y editor puertorriqueño Carlos A. Colón Ruiz (San Sebastián, Puerto Rico, 1997) con motivo de la presentación de su libro, «Este día nunca volverá» en la editorial Pulpo, con edición bilingüe español-italiano. Compartimos la entrevista junto a la traductora Adriana Caterino (Bari, Italia, 1994) quien ha realizado la traducción del poemario.

Damos a ambos la bienvenida a nuestra Revista, con el avance de que este verano dedicamos un espacio de fomento de la literatura puertorriqueña con la publicación de poesía selecta del catálogo de autores y autoras de la editorial Pulpo, por gentileza de su editor, Carlos Colón Ruíz.

Carlos A. Colón Ruíz es autor de «Hambre Nueva» (Editorial Pulpo, 2019; 2023), «No Quiero Escuchar Radiohead» (Poema suelto, La Impresora, 2019), «Visión de Carne» (El Taller Blanco Ediciones, 2020) y «Este día nunca volverá» (Santa Rabia Poetry, 2022; Editorial Pulpo, 2024). Ha publicado en diversas revistas, antologías y blogs en México, Chile, Guatemala, Colombia y Puerto Rico. Sus poemas han sido traducidos al inglés y el italiano. También
ha participado en festivales y lecturas en Puerto Rico, Cuba, Colombia México, Guatemala, Honduras y España.

Yo aspiro, tanto como editor y como poeta, poder acercarme, vincular y servir de puente para que la literatura puertorriqueña se lea en el Caribe y el Caribe se lea en Puerto Rico como debe de ser

CARLOS COLÓN RUÍZ

Tras concluir estudios universitarios con especialidad como politólogo, ha desarrollado un impulso destacado a su obra literaria con poemarios que han sido publicados entre 2022 y este año en el que edita su libro más reciente. ¿Cómo ha experimentado el devenir de su escritura en esta década de proyección como autor puertorriqueño? ¿Hay conexiones generacionales que pueda destacar en su itinerario creativo?

            Realmente he publicado mis libros desde el 2019 con la primera edición de «Hambre Nueva» que se presentó en Puerto Rico y en Guatemala. En plena pandemia la editorial venezolana-colombiana El Taller Blanco Ediciones publica mi segundo poemario «Visión de Carne» el cual es mi favorito por todas las casualidades y regiones que me ha llevado. Este año se publica en Editorial Pulpo una segunda edición de «Este día nunca volverá» anteriormente publicado por una editorial peruana en el 2022; en esta ocasión una edición bilingüe español-italiano con traducción de Adriana Caterino. En cuanto a las preguntas, desconozco enormemente cómo se proyecta mi trabajo literario en el archipiélago puertorriqueño; al menos existe la certeza que participo en medios académicos y culturales tanto como poeta y como editor encontrando mucha sintonía con los colegas y presentes. Para ser un escritor de veintiséis años he podido presentarme en festivales y congresos tanto en Puerto Rico como en diversos países latinoamericanos. Una parte de mi no gusta admitirlo, pero es probable que mi poesía se lea mejor fuera de Puerto Rico. Sin embargo, para contestar la segunda pregunta, si me siento conectado a las tendencias y vanguardias literarias de Puerto Rico. Me parece que he podido abarcar generaciones de literatura puertorriqueña desde el siglo 19 hasta la literatura contemporánea teniendo relación como estudiante, colega, editor y amigo de varios pertenecientes de las últimas generaciones. Sin duda he sido influenciando con poesía de finales de siglo 20 e inicios del siglo 21; Cindy Jiménez-Vera, Vanessa Droz, José María Lima, Francisco Matos Paoli, Mayda Colón (…); para mencionar algunas influencias.

Además de la autoría poética ha incursionado en proyectos colectivos, revista y editorial, ¿Cómo ha sido el proceso de consolidación de iniciativas culturales en Puerto Rico? ¿Qué opina sobre el tejido asociativo, cultural, artístico y literario de la isla en la actualidad?

            Me parece que las iniciativas literarias en Puerto Rico se encuentran en un momento interesante. Digamos que en los últimos cuatro años han surgido nuevas librerías, ferias de libros, editoriales, iniciativas que impactan la comunidad libresca, club de lecturas, revistas, orientación académica y otros medios que fundamentalmente han mantenido un proceso activo y saludable en el entorno literario. Si bien las ferias de libros se prestan para charlas y congresos donde editoriales y autores se conocen generando un intercambio cultural entre ellos; existe también una diversa comunidad que todavía no logra enlazarse. Cada sello editorial es bien distintivo sobre sus filosofías y sus lecturas; lo mismo sucede con las revistas, talleres, universidades, clubes. Sin embargo, desde el punto de vista de la cultura del libro en Puerto Rico veo una tradición generándose que espero que nuestras condiciones coloniales, geográficas, climáticas, y políticas no interpongan. 

¿Qué impresiones conservas de los procesos de intercambio con otros creadores y escritores vinculados a la editorial Pulpo? ¿Qué sintonía has encontrado más visible para que los autores y las autoras de PR encuentren espacios de difusión literaria internacional?

              Estoy muy contento de los procesos de intercambios que han surgido gracias a editorial Pulpo. Hemos podido celebrar presentaciones de libros a nivel internacional gracias a vinculaciones con otras editoriales independientes, por ejemplo, con Luna Insomne en República Dominicana y El Taller Blanco Ediciones en Colombia. También tenemos vínculos con gestores de festivales literarios que han contactado a nuestro sello para que nuestros autores publicados se presenten en sus países; Cuba, Honduras, México, Nueva York, Colombia para mencionar algunos países donde hemos tenido presencia. Es precisamente ese intercambio donde encuentro los espacios de difusión literaria a nivel internacional. Siempre surge una publicación en revistas, entrevistas, talleres en escuelas, e incluso, otras oportunidades. Por ejemplo, ya algunos de nuestros poetas han podido publicar segundos y terceros libros en otras editoriales de los países que visitan. Editorial Pulpo ha realizado un increíble trabajo para que nuestros libros se lean y se difundan a nivel internacional. Esto gracias a mi disposición como editor en buscar, generar o compartir oportunidades con los escritores que Pulpo a publicado.

¿Qué papel consideras que tiene la condición de la insularidad? ¿Hay vínculos, semejanzas o combinaciones entre la producción literaria de la diáspora en Estados Unidos y la escritura hecha desde dentro de PR?  ¿Qué lugar ocupan las literaturas caribeñas para un autor puertorriqueño de tu generación?

            Nunca estoy complacido con las respuestas que logro ofrecer cuando me realizan preguntas como la presente. Siempre siento que queda algo por contestar y ese algo es una experiencia que no he vivido. Me parece que el pueblo puertorriqueño es un pueblo transnacional y ya con eso queda abierta una respuesta por no solo por nuestra condición insular sino también por nuestra condición política con Estados Unidos. Desconozco si mencionar vínculos, semejanzas y/o combinaciones sea correcto o incorrecto; sin embargo, en mi experiencia como lector y editor si logro enmarcar ciertas distinciones de la literatura puertorriqueña escrita en el archipiélago versus la escrita en los Estados. Me he topado con poesía puertorriqueña escrita en Nueva York que tiene presente la experiencia de la emigración puertorriqueña a la ciudad en sus diversas olas, literatura que busca una respuestas sobre su identidad,  y por supuesto, puertorriqueños que escriben sobre otras cosas no necesariamente sobre lo político o lo geográfico como también existen esos vínculos, similitudes y combinaciones con lo escrito en el archipiélago que, entre sus diversidades de temas, resalta la literatura sobre personajes de barrios, el mar, la experiencia política con Estados Unidos, e incluso una brillante literatura queer. Sin duda alguna, esta pregunta queda abierta a otra extensión y otras respuestas.

Pero, ¿qué lugar ocupan las literaturas caribeñas para un autor puertorriqueño de mi generación? Increíble pregunta que siempre he mantenido presente. Creo que nuestra condición como colonia de los Estados Unidos nos ha prohibido explorar el Caribe del cual somos parte. El Caribe, a propósito, se nos ha sido prohibido; es inaccesible en muchos sentidos. Particularmente yo me he mantenido leyendo el Caribe anglosajón, francófono y por supuesto, el latinoamericano. Yo aspiro, tanto como editor y como poeta, poder acercarme, vincular y servir de puente para que la literatura puertorriqueña se lea en el Caribe y el Caribe se lea en Puerto Rico como debe de ser.

Finalmente, ¿qué imagen tienes de las islas Canarias, su arte y literatura, tienen acogida en Puerto Rico?

            Creo que la imagen que tengo de las Islas Canarias es la misma que tienen muchísimos puertorriqueños; existe una historial oral en la familia de bisabuelos y tatarabuelos que llegaron a Puerto Rico de Islas Canarias. Mi abuela paterna me habla, por ejemplo, de su bisabuela, de apellido Luisa, que provenía de Islas Canarias. Por otra parte, me parece que la historia que nos han contado sobre nuestra procedencia europea la han resumido a España peninsular, lo que no sería sorpresa para mí que muchísimos puertorriqueños no sepan donde quedan las Islas Canarias en un mapa o desconozcan de la similitud histórica y colonial que tienen ambos archipiélagos. Desde pequeño me ha emocionado escuchar de Islas Canarias ya sea por las historias familiares, ya más reciente también por mi amor a la geografía y la geopolítica. Quedan su literatura y su arte un camino para recorrer. Por lo que, esta apertura a ser publicado en una revista canaria me ilusiona, me pone a imaginarme caminando por Tenerife, por Gran Canaria o por El Hierro viendo el otro lado del Atlántico y sintiéndome familiar.   

Entrevista a Adriana Caterino

Fotografía de Adriana Caterino

Detrás de cada línea existe la necesidad de un ser humano de decirle algo al mundo y mi deber es transmitir este impulso de la manera más fiel posible. No exijo entrometerme en este proceso sino prefiero acompañar a los libros hacia sus viajes

ADRIANA CATERINO

¿Cómo ha sido el proceso de traducción de los poemas de Carlos A. Colón Ruiz?

            El proceso de traducción de los poemas de Carlos A. Colón Ruiz ha sido inspirador. Mi trabajo de traductora me permite establecer contactos tanto lingüísticos como humanos con latitudes lejanas y esto lleva a una abertura emocional sin fronteras. En el caso de “Este día nunca volverá” he tenido la oportunidad de reproducir en italiano algunas palabras y expresiones portorriqueñas que hacen que las variedades diatópicas del español se deslicen hacia un idioma nuevo. Esto me parece mágico, la traducción es un puente entre almas y el camino de la lectura tiene que ser acogedor y realistico en ambos idiomas. Además, el diálogo con el escritor ha sido un recurso activo para la redacción de la versión italiana.

¿Qué opina sobre la singularidad de la literatura puertorriqueña en el ámbito hispánico?

            La literatura puertorriqueña -como las demás iberoamericanas-ha tenido que deconstruirse para volver a nacer y a tener una identidad. El momento en el que la literatura empieza a lucir, en mi opinión, encaja con la liberación de los estereotipos impuestos por la visión occidental que asocia sur de América a imágenes como: mujeres hermosas que hechizan a los hombres, gigantes negros, viejos sabios, ritos mágicos y demonios escondidos en las forestas. Considero imprescindible destacar que el distanciamiento de esta visión se hace posible a partir de la época post colonial naciente que incorpora nuevas visiones sin imposiciones de marcas distintivas geográficas y culturales.

¿La experiencia de traducir poesía se asemeja a  un modo de reescritura, cómo han sido sus acercamientos a la literatura contemporánea caribeña?

            Alguien dijo que para ser traductor literario antes hay que ser escritor. Me encanta escribir desde siempre, pero hasta que no publique algo mío, no tengo la presunción de considerarme “escritora”. Tengo mucho respeto por esta profesión y a la hora de traducir las palabras de las personas con las que trabajo, intento ser fiel a las voluntades de los autores y de lo que quieren desvelar de su identidad a través de sus escritos. Detrás de cada línea existe la necesidad de un ser humano de decirle algo al mundo y mi deber es transmitir este impulso de la manera más fiel posible. No exijo entrometerme en este proceso sino prefiero acompañar a los libros hacia sus viajes. Mi acercamiento a la literatura caribeña se debe a Carlos A. Colón Ruiz, estoy muy agradecida con él porque este proyecto nace desde un diálogo sincero y profundo. He leído su libro en su idioma original, he sentido que tenía que traducirlo al italiano y así fue.

Adriana Caterino (Bari-Italia, 1994) es profesora de español y francés. Licenciada en el 2018 en idiomas, literaturas y culturas extranjeras en la Universidad del Salento (Lecce). En 2021 se ha especializado en traducción literaria con matrícula de honor escribiendo una tesis sobre el tema de la recepción europea de la literatura hispanoamericana haciendo hincapié en el ámbito argentino. También estudió en la Universidad Pablo de Olavide (Sevilla). En el segundo año la Universitat des Illes Balears (Palma de Mallorca) donde profundizó sus estudios sobre: literatura de autoría femenina en la España contemporánea con perspectiva de género, intervención psicoeducativa, edición de textos: de la crítica textual a los nuevos formatos digitales. Ha traducido tres libros de poemas: «El abismo del hombre» (Eli Urbina), «Cautiverio» (Miguel Ángel Galindo) «Este día nunca volverá» (Carlos A. Colón Ruiz) y trabaja como traductora freelance y colabora con revistas literarias internacionales. 

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