“Entremeses, Haikus sáficos y Breverías” Por Gonzalo Fragui (Venezuela)

En nuestra sección "Continentes" compartimos la obra de voces poéticas y narrativas de la literatura contemporánea hoy
Fotografía cortesía del autor para Trasdemar

Desde la Revista Trasdemar presentamos una selección de obra del autor Gonzalo Fragui (Mérida, Venezuela, 1960) Poeta, narrador, periodista y editor. Licenciado en Comunicación Social. Magister en Filosofía, y Candidato a Doctor en Filosofía por la Universidad de Los
Andes. Co-fundador del grupo literario y del fondo editorial Mucuglifo. Ha publicado los poemarios: De otras advertencias, Dos minutos y medio, La hora de Job, Viaje a Penélope, Obra poética (1989-2004) y Epistolabio. Actualmente trabaja como Director del Departamento de Literatura en la Fundación para el Desarrollo Cultural del Estado Mérida, Venezuela. Compartimos la muestra literaria y le damos la bienvenida en nuestra sección “Continentes”

Entre poetas nadie es extranjero

GONZALO FRAGUI

ENTREMESES

CALÍMACO

El poeta alejandrino Calímaco, siendo todavía un niño, fue un día a la fuente Peirene, en la acrópolis de Corinto, donde se bañaban las ninfas y se reunían los poetas a recibir inspiración. Un maravilloso caballo blanco, con dos alas, abrevaba en la fuente. Lo montaba un soldado, parecía un dios, hierático, con su casco, su lanza, su capa, El niño se quedó admirado. Belerofonte, el jinete de Pegaso, volteó, vio a Calímaco, que no tenía temor, y lo llamó.

Me gusta que me mires con admiración y sin miedo, porque yo detesto a los cobardes. A cambio de esa mirada te regalaré algo con lo que escribirás grandes poemas. Ofrece a las musas el ligero incienso y no pidas el trueno, que es de Zeus.
Belerofonte movió las bridas de oro que le regalara la diosa Atenea y Pegaso levantó el vuelo. Una pluma se soltó de una de las alas del caballo y vino a caer a los pies del poeta.


WALTER BENJAMIN

La tarde del 25 de septiembre de 1940 un conejo intentó cruzar la frontera franco-española. Un guardia lo detuvo y le preguntó por qué escapaba.

Están matando a las jirafas.

Pero tú no eres una jirafa.

Me acusan de jirafa disfrazada de conejo. Déjame pasar y no lo comentes, las malas
noticias contagian al que las repite.

El guardia se negó y llamó a un compañero para contarle lo que acababa de escuchar. Los dos rieron a carcajadas.
Mientras se consumían las lámparas nocturnas, un guardia y un conejo morían, uno a cada lado de la frontera.


ONIRIA

Una chica duerme plácidamente. Sueña que llega a su apartamento, toma una ducha, se pone ropa ligera y se acuesta. De pronto siente que alguien sube por la pared y se introduce por la ventana. Se trata de un hombre desnudo que, arma en ristre, se dirige a la cama donde ella se encuentra.
Ella le pregunta asustada:
Señor, ¿qué me va a hacer?.
Y él le responde:
No lo sé, señorita, la que está soñando es usted.


MASIANI Y IONESCO

Una noche el escritor venezolano Francisco Masiani, (Pancho), conversaba con un desconocido en un bar de París. La conversación era de lo más animada. En uno de los viajes de Pancho al baño fue abordado por otro venezolano, que también estaba en el bar, quien le preguntó si sabía quién era el contertulio con el que había estado conversando toda la noche. Pancho respondió que no pero que era un tipo depresivamente encantador.
El otro venezolano le informó que se trataba nada más y nada menos que del famoso escritor Eugene Ionesco. Pancho no lo podía creer, medio orinó, y salió apresuradamente. Al llegar a la barra preguntó a su compañero de copas que si era verdad que él era Ionesco. A lo que Ionesco respondió:

Es verdad, soy Ionesco, pero vamos a seguir conversando como si no lo fuera.


LA CABEZA DEL VERDUGO

Cristián II, rey de Suecia, hizo decapitar a los nobles de Estocolmo, entre los que estaban dos niños: los Rubbing. Uno de ellos, al ver a su hermano decapitado, rogó que cuando lo decapitaran a él por favor no le mancharan de sangre la camisa porque lo regañaría su mamá. El verdugo no tuvo valor para decapitar al niño, entonces el tirano pidió la cabeza del verdugo.


HAIKUS SÁFICOS

EXILIADA

Safo poetisa
Pequeña calipigia
Eneldo en la sien


AZUL

El azul azul
Del cielo y su desnubez
Del amor la nuez


A-DIÓS

El mediodía
A través de las Gracias
Dios nos sonríe


GANÍMEDES

Añil herido
Copero de los Dioses
Luz de Amaranto


V-IDA

En el camino
Antes yo ansiaba llegar
Ahora observo


TEMPOS

El tiempo teme
Pirámides al viento
Ser un desierto


NAVEGACIONES

Piel de piélago
Donde barcos naufragan
Salvan los besos


C-OLORES

Guayabas en miel
Del azafrán aurora
Y el verde arrayán


PALABRAS

Barco poema
El mar y la tempestad
Los dioses reman


AMOR

Lucha a flor de piel
La alegría se gana
La tarde espera


FARO

Safo de Lesbos
Luz de los sietes sabios
Décima musa


BREVERÍAS

La ciudad es un poema en concreto.

Entre poetas nadie es extranjero.

Un poeta es más peligroso que un país.

El poeta debe hablar. Todo lo que calle será utilizado en su contra.

Las manos son fuego o son cenizas.

La mirada de una mujer es el único puente que nos permite llegar al otro lado del día.

Los labios son para el amante como el bastón verde para el ciego.

La risa es el orgasmo del alma.

El tigre lleva en los ojos el sol de los venados.

Hombre: Palimpsesto de amores y desafueros.

La conciencia es una espía.

La única diferencia que hay entre un bar y una catedral es la pasión de sus fieles

Si la noche dura más que el vino estamos perdidos.


Gonzalo Fragui

Nació en Mucutuy, Mérida, Venezuela, 1960.
Poeta, narrador, periodista y editor.
Licenciado en Comunicación Social.
Magister en Filosofía, y Candidato a Doctor en Filosofía por la Universidad de Los
Andes, Mérida, Venezuela.
Co-fundador del grupo literario y del fondo editorial Mucuglifo.
Ha publicado los poemarios: De otras advertencias, Dos minutos y medio, La hora de
Job, Viaje a Penélope, Obra poética (1989-2004) y Epistolabio.
Igualmente los libros de anécdotas y relatos breves Poeterías, Ebriedades, El escorpión
de Cera, Minitaurus, Cronopioscopio y el libro de humor campesino Pueblerías.
En 2001 obtuvo el Premio de Poesía de la III Bienal Nacional de Literatura Juan Beroes
En 2008 el Premio de Crónica de la Bienal Orlando Araujo, de Barinas.
En 2014 la II Bienal de Literatura Argimiro Gabaldón, de Portuguesa.
En 2015 la I Bienal de Humor Alí Gómez García, Caracas.
Actualmente trabaja como Director (E) del Departamento de Literatura en la Fundación
para el Desarrollo Cultural del Estado Mérida.

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