Desde la Revista Trasdemar presentamos una selección de poemas del autor Frankétienne, cuyo verdadero nombre es Jean-Pierre Basilic Dantor Franck Étienne d’Argent, nació en 1936 en Ravine-Sèche, en el departamento de Artibonite, Haití. Es autor de casi cuarenta libros de poesía y narrativa. Es Artista por la Paz de la UNESCO, Embajador de la Cultura de Haití y Premio Príncipe Claus, recientemente obtuvo el Grand Prix de la Francophonie 2021. Los poemas incluidos en nuestra sección “Conexión Derek Walcott” han sido traducidos al español por cortesía de nuestro colaborador Rodolfo Häsler
SOÑAR ES YA SER LIBRE Imposiblemente vivir Tantear lo inconcebible Palpar lo imaginario Empollar el huevo de luz Y romper el cascarón Sin matar el feto. La obra de arte auténtica posee esencialmente un po- der de choque que molesta por fuerza a los espíritus anquilosados, por miedo a la aventura, en la normalidad de lo cotidiano. El sueño es sin lugar a dudas el primero de los caminos que conducen a la libertad. Soñar, es ya ser libre. * Flores de insomnio / flores proféticas De lleno en el mutismo, en medio de las tinieblas, la noche estalla de silencio. Todo puede imaginarse para masacrar el vacío. En esos espacios de desamparo, no brota ninguna planta, Salvo las flores del insomnio. Entonces, todo puede decirse para colmar los desiertos. De memoria en el espejo nunca pude ver tantas flores de insomnio abrirse en la noche. Sin embargo, hace mucho que, en la soledad de un via- je atormentado, sufro horriblemente la temida enfermedad de los dioses, el mal de los ojos abiertos. Tierra salvaje de deslizamientos imprevisibles en la noche travestida de máscaras bárbaras donde se trama el juego de las cifras malditas para desflorar las horas en la homosexual obsesión de los espejos en pánico. * Acostado de cara a la tierra, un anciano con cara y barba de profeta solloza de asco. Acurrucado en mi cama Hurgo pacientemente en mis desagües Curo los hendiduras Decapo mis llagas malignas. Y limpio las heridas Recargando las salvajes pasiones del alma. En el despilfarro cotidiano de la palabra mueble, busco el silencio clave. * A través de las agitaciones del espejo, toda semejanza es más que fortuita con los pájaros ruidosos navegando en mis sueños ardientes de palabras. En el espacio de un tránsito entre vida y muerte, contabilizo mis gritos a contraviento, animando el horizonte en la desmesura de mis gestos, tragándome la esperanza por caminos ciegos, anticipando la fiesta escandalosa que llega con tanta dificultad. Identifico mi miedo a contraluz, volviendo siempre a mi pesar al fantasma del mismo amor, eco rebelde de un vocativo antiguo, vals amargo de los cuerpos utópicos. Me tanteo, me palpo, buscando mi diferencia y mis variables en el ciclo de los cangrejos, esparciéndome entre la imagen y el reflejo, recogiendo los falsos juguetes de la memoria en un simulacro de amnesia. * Tiembla mi alma bajo el dolor del despertar, la pesada inmovilidad de un cuerpo indócil a las exhortaciones del sol, impermeable a las invectivas del rayo. Toda desolladura, mi oreja es tan sensible a las respiraciones del tiempo presente que escucho morir suavemente las lán- guidas caídas de un largo suspiro que más tarde en el recuerdo se convertirá en un placer mórbido. * Viudez de isla devastada atizada de delirio de sombras crueles los tambores nocturnos estallan igual que nuestros pulmones destrozados por la rabia diluviana la impudicia de las lunas sangrantes y las mordidas de los vientos impuros. El pájaro voluble se ahogó en las quemaduras orto- gráficas del rayo exterminador. El horizonte naufraga en el mar apaleado por olas al rojo vivo. * Fiebre en las sienes, el cuerpo atravesado de deseos, me acuesto en el ardor de mi lámpara, aprendo a dormir en el centro de mi llama. Y preparo mi despertar en los estallidos de mis sueños. Por fuerza, me instalo en lo más profundo del misterio a la búsqueda de mis nudos. Quemo mis libros mis imágenes mis parásitos mis miserias y mis ojos por la permanencia del rechazo, el despuntar del grito, la germinación de la sangre y la resonancia de mis abismos. * Máscara y metamorfosis Por haber andado por haber visto tanto Por haber leído demasiado Por haber dicho demasiado Por haber cambiado Por haber bailado Y por haber tropezado tan a menudo Desconfiamos de las muecas de nuestras sombras. Un resplandor de sangre atraviesa la pasión del mirón enfebrecido por la luz de la masacre La frase del crimen asesina el sueño del testigo Tímpano reventado en herencia La sordera del cielo La soledad del poder. * Utopía, quimera, obsesión neurótica de querer crear un mundo nuevo con una pasta antigua en un espacio de usura. Pero, comienza pues por romper el espacio para modificarlo. Luego, recompone la pasta para animar el cuerpo, la tierra y el soplo mezclados. Aprende por fin a remodelar la vida frutos y flores confundidos. Toda inspiración toma forma en la intensidad de la mirada que destruye el objeto para reconstruirlo en la unidad del gesto y de la imagen. Nacido del deseo, me encamino hacia el cuerpo blasfematorio. Visiones arborescentes me proyectan a un espacio semi-nocturno repleto de signos imposibles. Fulguraciones de orgasmo y vértigo. Escucho una voz lejana, más honda que la noche. Luego, regresa el silencio dado vuelta como un guante de sombra y terciopelo. En el interior de la piedra, el último refugio. Polvo y susurros infinitos. Sólo dicción de arena en la memoria del agua. * Insisto en sondear las brumas y las nubes del horizonte bajo el parpadeo de la pequeñita llama rebelde ante la muerte. Vivir Temblar Brincar Saltar Piafar Correr Bailar Revolotear Sin nunca romper mis trampolines. * Me invento caminos locos. Me ejercito en espejismos. Lo real vuelve en cortocircuitos, me asalto con letanías y tiro ante mis pies el equipaje de agobios. Inmóvil en mi etimología, varío mis armónicos, refuerzo mis desfallecimientos, tomo mis ambigüedades, decapo mis errores hasta el imaginario desollado puro y cuido mis amores terminales. Mi insomnio bárbaro interrumpe la liturgia de las tinieblas. Mi desnudez salpica la sintaxis de la noche. Huérfana de extrañamiento la luna. Cada mañana, me despierto sorprendido de volver a ver el sol, viejo cuerpo decapitado en el que todavía arde del recuerdo de su cabeza. Cáncer granuja embarazo de la vocal cero sangrante una sombra bosteza que no me acaba de soledad. * La luz atraviesa las máscaras sin un grito. Dolor más duradero que el fuego, mi discordante desgarradora. La noche se desvía hacia las heridas que sangran entre la muralla que hay que borrar y la mirada que hay que suprimir. Hay crisálidas que se mueven lentas en un camino cojo arrasando los alimentos arcaicos bajo los susurros imperceptibles de un amanecer lejano. Tengamos el ojo en vilo mientras balbucean luciérnagas de soledad. vivir / sobrevivir en la jungla frente al terror de las quimeras. A falta de luz, aprendamos a madurar chupando la miel oculta de las tinieblas. Los fuegos del deseo poco a poco se comen la noche.
Frankétienne, cuyo verdadero nombre es Jean-Pierre Basilic Dantor Franck Étienne d’Argent, nació en 1936 en Ravine-Sèche, en el departamento de Artibonite, Haití. Es autor de casi cuarenta libros de poesía y narrativa. Es además un reconocido pintor. En la década de los 60, a comienzos de la era Duvalier, frecuentó el grupo Haïti Littéraire. Frankétienne permanece en el país para escribir y luchar. Su obra profundiza en la historia contemporánea haitiana, logrando convertirse en una suerte de conciencia nacional. El vértigo de la errancia sin fin y sin finalidad, el desarraigo, el país habitado por un mal superior forzando a sus hijos al éxodo masivo, la falta de esperanza en un entorno condenado al fracaso, son temas presentes en toda su obra. Frankétienne comienza a publicar poesía en 1964, creando el movimiento espiralista, escritura en espiral como él la llama, próxima a los Cantos de Maldoror de Lautréamont. Frankétienne, pilar de Haití, artiste total de recorrido fuera de lo común, reside en Puerto Príncipe. Esta traducción de algunos poemas de Fleurs ´insomnie es la primera vez que se le traduce al español.
Algunas obras suyas son, en créole:
Bobomasouri. (1984) Port-au-Prince: Koleksyon Espiral, 1986.
Kalibofobo. Port-au-Prince, 1988.
Foukifoura. Port-au-Prince: Creacom, 2000. en francés:
Mon côté gauche (poèmes). Port-au-Prince: Imprimerie Gaston, 1965.
Mûr à crever (genre total). Port-au-Prince: Presses port-au- princiennes (coll.”Spirale”), 1968; Port-au-Prince: Éd. Mémoire, 1994 Bordeaux: Ana Éditions, 2004.
Ultravocal (spirale). Port-au-Prince: Imprimerie Gaston, 1972; Paris: Hoëbeke, 2004.
Fleurs d’insomnie (spirale). Port-au-Prince: Deschamps, 1986.
Les Chevaux de l’avant-jour (poésie). (1966) Version revue et corrigée, en: Dérives (1986)
L’Oiseau schizophone (spirale). Port-au-Prince: Éditions des Antilles, 1993; Paris: Jean-Michel Place, 1998.
D’une bouche ovale. Port-au-Prince: Spirale, 1996.
La méduse orpheline. Port-au-Prince: Spirale, 19961997.
Voix marassas (spirale francréolophonique). Port-au-Prince: Spirale, 1998.
Rapjazz, Journal d’un paria. Port-au-Prince: Spirale, 1
Une étrange cathédrale dans la graisse des ténèbres. (1996). 2006.
La Diluvienne. Port-au-Prince: Spirale, 2006.
Galaxie Chaos-Babel (spirale). Port-au-Prince: Spirale, 2006.
Mots d’ailes en infini d’abîmes. Port-au-Prince: Presses Nationales d’Haïti, 2007.